MALDITA CUARENTENA - CAPÍTULO X

 

LA CULTURA

 

  La cultura es el resultado del desarrollo de la inteligencia y del conocimiento humano, el saber necesario que se alcanza en un momento histórico dado y en un medio social determinado.

   Es la cultura la que define las distintas formas que va adoptando la estructura de la vida colectiva y los elementos materiales e inmateriales que la componen (lengua, ciencias, técnicas, instituciones, normas tradicionales, valores, símbolos y modelos de comportamiento); o sea que es la realidad de una civilización proyectada en obras, con estilo propio.

   En primer lugar, según el antropólogo Levy-Strauss, en la cultura de cada organismo social se distinguen  funciones que corresponden a las necesidades básicas actuales;  y funciones  que se mantienen debido a la resistencia al cambio o a las fuerzas dominantes.

  Para Ruth Benedict,  famosa antropóloga que vivió varios veranos entre el pueblo Zuñi, de América del Norte y de algunos otros pueblos vecinos; y entre los Dobu de la Melanesia y de los habitantes de la Isla Vancouver; la  la cultura es el resultado de las actitudes de aceptación o de  rechazo y de la actividad creadora, con que un grupo responde a las necesidades propias de la naturaleza humana y a la vocación histórica del hombre. 

  Otros autores coinciden en afirmar que la cultura es una construcción social que tiene el objetivo universal de proteger a los seres humanos de la violencia,  de asegurar su subsistencia y de ayudarlos  a desarrollar su potencial intelectual,

  Cada cultura refleja el carácter de una sociedad organizada, cuyos  elementos son interdependientes y están integrados, o sea que se influyen unos a otros y están en perpetuo cambio.

   La cultura de masas, concepto relativamente moderno a partir de las sucesivas revoluciones tecnológicas, va adquiriendo cada vez más,  características comunes, debido principalmente a la universalización de los medios de comunicación e información, el avance de la tecnología y las migraciones humanas multitudinarias ya sea por cuestiones políticas o económicas.

  Al margen de la diversidad cultural que existe en el mundo, esta pandemia de Covid19, puso a prueba la capacidad de  la humanidad, sin distinción de raza, credo o ideología política,  para enfrentarse unida a un enemigo común, compartiendo la producción de vacunas y estableciendo medidas  de protección para quienes tienen que viajar de un país a otro.

  Sin embargo, aún sin haber vencido del todo al virus que todavía nos acecha,  no se ha aprendido nada de esta experiencia, porque no se ha podido evitar una guerra actual de difícil solución, como la que se ha desatado entre Rusia y Ucrania, ante la intención de Ucrania de ingresar como miembro aliado a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

  Queremos creer que predominará la cordura y el valor de la vida ante todo y que los responsables de los mortíferos ataques acepten dialogar y logren negociar una paz duradera; recién entonces los hombres se podrán distinguir de  los virus.

  ¿De qué sirve entonces, haber avanzado tanto y todos unidos casi haber logrado vencer a un terrible flagelo que paralizó al mundo y que es capaz de matar  para poder reproducirse;  si los hombres no pueden vencer su ambición, aceptar los cambios y respetar la voluntad y las necesidades propias de los pueblos, sólo para satisfacer sus ideales.?