Esta es la era de la información en la que se registraron los mayores adelantos tecnológicos relacionados con la comunicación.
Debería ser un cambio que nos ayudara a vivir una vida mejor, más grata, segura, cómoda y tranquila, sin embargo el exceso de información, para captar audiencias y vender diarios, lejos de ser beneficioso para la mayoría de la gente, se ha convertido en un factor perturbador, que además de generar estrés, da lugar a un concepto de la realidad pesimista, negativa y hasta desoladora sobre el mundo en que vivimos.
Por ahora, este planeta es lo único que tenemos para vivir; y a esta altura de la civilización humana debería ser un lugar pacífico, placentero y tranquilo donde todos tuvieran las oportunidades y condiciones que necesitan para sentirse útiles, para estudiar, trabajar y realizarse como personas. Sin embargo, vivir se está convirtiendo cada día más en un calvario, gracias a las malas noticias.
Información detallada de la guerra entre Rusia y Ucrania por causas absurdas que amenazan al mundo con el uso de armas atómicas, posibles nuevas epidemias, las consecuencias del calentamiento global, el cambio climático, crímenes cada vez más atroces y lo que es peor, un exceso de información apocalíptica que casi nunca es verdadera pero que causa el mismo daño que si lo fuera.
La noticias no dejan nada para la imaginación y se empeñan en transmitimos los dramas que ocurren en todo el mundo ya que la información puede llegar a todos los hogares a los pocos minutos de haber ocurrido, aún en los lugares más lejanos del planeta.
Según la característica de la personalidad, cada persona implementará su propio mecanismo de defensa para superar tantas malas noticias, pero no todos lo logran.
Así, cada vez habrá más gente con problemas de ansiedad, que tenderá a hundirse en malos pensamientos y que deberá consumir tranquilizantes u otras drogas para poder dormir, porque día a día las alarmantes noticias de todo el mundo se confabulan para quitarle el sentido a su trabajo e incluso a su propia existencia.
Pero no sólo las noticias alteran y amargan a la gente, también los programas de televisión y las películas hacen lo mismo desde la ficción, imaginando escenas macabras o ideas apocalípticas, que tratan de quebrar cualquier resistencia y de conmover al público para conseguir atención.
Las malas noticias venden, por eso crece día a día el afán de ser cada vez más crudos y realistas tanto para reflejar los hechos como para crear ficciones.
Aunque las noticias de todos los días nos lleven a pensar que vivimos entre asesinos y ladrones, las estadísticas indican que el porcentaje de sucesos delictivos que ocurren en las grandes ciudades, es mínimo.
Sin embargo, no podemos evitar que los noticiosos nos recuerden con ejemplos, que es peligroso andar por la calle o llegar tarde de noche, porque podemos ser víctimas tanto de accidentes como de robos, asesinatos y otros ataques.
Veamos sólo un noticioso por día y después ningún otro; no les demos más espacio en nuestras vidas, elijamos espectáculos musicales o comedias y aprovechemos los programas artísticos y culturales que ofrece la televisión, que nos pueden brindar la oportunidad de mejorarnos como personas.
Malena Lede
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!
Ver Comentarios
Uno no quiere enterarse y todos los canales te repiten lo mismo. El crimen del día, los piquetes del día, los cortes de rutas, los informes de economía...imposible
ResponderEliminarNo se puede ver ni escuchar nada. Hay q ver cable!!