Hoy salimos para Barcelona. El bus toma el Paseo de los Ingleses, junto al mar, pero en sentido inverso al de ayer.
Las aguas del Mar Mediterraneo son transparentes y se pueden ver las piedras bajo el agua como a traves de un cristal; no hay arena como en nuestras playas tampoco olas y el mar parece un inmenso lago.
Pasamos por el aeropuerto de Niza que se extiende al lado del mar y tomamos una carretera que circula por dentro, ya lejos de la costa.
Pasamos por Cannes y vemos sus casas y montes cubiertos de árboles y flores silvestres amarillas y rojas.
Luego, como parece que el paisaje no nos va a ofrecer novedades, Mati, nuestra guia, nos da permiso para dormir.
Es un dia nublado, hay niebla y está fresco.
Más adelante, hacemos una parada para comer. Todavia estamos en Francia.
Luego seguimos camino; y pronto se comienzan a ver Los Pirineos, esta vez del lado Este, ya que cuando salimos de España a la ida, fue por el Norte.
Llegamos a la frontera de España por Cataluña. El panorama es de colinas arboladas y de campos sembrados.
Pasamos por Gerona, una de las provincias de Cataluña y ya estamos en la Costa Brava.
Ni bien cruzamos la frontera paramos,a cambiar dólares por pesetas y Mati aprovecha para comunicarse con Iberia desde un teléfono público, para confirmar nuestros vuelos y tambien los vuelos de otros del grupo con otro destino.
Llegamos asi a Barcelona, que es otra de las provincias de Cataluña, a las 19 horas.
Barcelona es una gran ciudad, que cuenta con tres millones de habitantes que hablan catalán y castellano.
Sus avenidas son anchas y arboladas con boulevares en el centro y los edificios son más altos y más modernos que los de.la ciudad de Madrid.
Esta es una ciudad muy industrial.y una de las regiones más ricas de España.
Algunas calles son muy angostas con veredas para transitar una sola persona y con calles para circular un solo vehículo.
Llegamos al Hotel Suite de cinco estrellas, el único de esa categoría de todo nuestro viaje, un poco por azar, porque el que nos correspondia estaba completo.
Tenemos un departamento todo alfombrado, con dos dormitorios, un gran living comedor, un juego completo de sillones, una mesa de comedor, cuatro sillas, un aparador, heladera, una mesa ratona, hermosos espejos televisor, amplios placares, lámparas, arañas, apliques, cuadros y un puff.
Mi dormitorio tiene dos amplios ventanales que dan a la esquina de la calle y grandes cortinados de finas telas.
Hay aire acondicionado en todos los ambientes y el baño tiene un hermoso toilette con todos los chiches.
En el momento que me asomé pasaba el recolector de residuos que era como un tren, mas o menos tres veces más largo que los nuestros, y posteriormente, después de acomodar nuestras cosas, vimos una pelicula.
A la mañana siguiente, salimos a las 9.15 con el bus para hacer la visita panorámica a la ciudad.
Barcelona es una ciudad moderna, con esquinas con ochavas muy grandes. Se habla catalán, tiene plaza de toros pero el fútbol tiene mayor influencia de público en las canchas que pueden llegar a tener capacidad para cincuenta y cinco mil personas.
Luego, subimos a una colina por una calle sinuosa hasta una explanada desde donde se puede apreciar una magnífica vista de la ciudad.
Después bajamos la colina y visitamos la Rambla, uno de los paseos más emblemáticos de Barcelona que comienza en la Plaza de Catalunya, que es el centro de la ciudad, y termina en la costanera a orillas del mar.
Barcelona fue fundada hace más de dos mil años y su catedral es del siglo XIII.
Visitamos el barrio gótico que es muy antiguo donde secencuentra el Palacio, la Catedral y otros edificios de esa época.
Vemos la famosa iglesia inconclusa que comenzó a construir Gaudí, de estilo gótico moderno, casi caricaturesco, lo que hace que parezca un castillo de arena que se está desmoronando con el agua.
Almorzamos con todo el grupo como despedida de este viaje, en un restaurant cuya especialidad eran los mariscos y la paella.
Volvemos al hotel y despues de descansar un rato, salimos a caminar.
Tomamos un bus hasta la Plaza de Catalunya y desde alli recorremos la Rambla, que es una ancha avenida con un amplisimo boulevard donde funcionan puestos callejeros que venden de todo y por donde pasea la gente.
Alli se encuentran el Mercado de los pájaros, con numerosos locales, el Mercado de las flores y plantas y kioscos de revistas y diarios de todo el mundo.
Allí pudimos comprar los diarios El Clarin y La Nacion, que para nosotros fue la primer oportunidad de leer las noticias de Buenos Aires.
Seguimos por la Rambla y encontramos una feria artesanal con gente rara disfrazada que se pasea, a un hombre parado en un banco vestido de loco, mimos, payasos, músicos callejeros y mesas y sillas de confiterias vecinas, donde tomamos el te.
Finalmente llegamos a la orilla del mar, donde hay un hermoso boulevard y donde está la verdadera costanera con sus faroles y sus palmeras, todo muy pintoresco.
Volvemos por la Rambla hasta el bus llevándonos una grata impresión de esta hermosa ciudad, bella, pujante, con gente interesante y muy cosmopolita que cuenta tambien con cosas curiosas, como la medianera de un alto edificio con balcones pintados con gente asomada en tamaño real; y en la cima de una de las colinas una obra de Gaudi, el "Tibidabo", al que se puede acceder mediante un alambre carril.
(Continuará)
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