Hay un refran que dice algo asi como "Ese te mata callando" y otro que dice "En boca cerrada no entran moscas".
A veces hay que pensar bien en la verdad que encierran estos refranes antes de hablar porque son muchos los que se ofenden fácilmente.
Quedarse callados en una discusión puede llegar a ser difícil cuando se escuchan errores garrafales que normalmen exigirían reparación, sin embargo se puede.
Uno de los principios de la educación es ese, o sea aprender a controlar los instintos cuando llegamos al límite de ese control.
Ser dueño de si mismo es una condición indispensable para la convivencia porque en la vida cotidiana estamos obligados a relacionarnos tanto con personas conocidas como con otras que no sabemos quienes son.
Hay que evaluar si conviene actuar para corregir lo que sabemos a ciencia cierta que está mal o si es mejor quedarse callado y cambiar de tema.
Hay que aprender a ser más diplomático, o sea más reservado y pensar antes de hablar.
Es mucho más saludable quedarse callado cuando se suscitan discusiones principalmente con personas que sabemos que son obsecadas y que jamás darán el brazo a torcer.
Hay gente que cuando se encuentra en la situación de tener que reconocer que se ha equivocado, pierde autoestima y es capaz de defender su postura mas allá de toda lógica, o sea con violencia extrema y llegar a agredir brutalmente a quienes pretenden poner en duda sus dichos u opiniones.
El mundo está lleno de personas con furia contenida por otras razones y que no ve el momento para descargarla en quienes menos se lo merecen.
Hay tanto egoísmo, tantos prejuicios y tanta mala educación como para aceptar que otro pueda tener el derecho a pensar diferente, que es mucho mejor cambiar de tema y terminar con la discusión.
El problema es que la mayoria se siente disminuida si no le dan la razón cuando cree que la tiene y ha desarrollado una susceptibilidad extrema.
Sin embargo, mantenerse indiferente a lo que se supone puede pensar el otro, es la mejor táctica para implementar en estos casos.
La autoestima se crea manteniendo una actitud coherente y pacífica en toda discusión, que los haga sentir orgullosos de su autocontrol y de si mismos.
. Claro que para esto hay que razonar y es la racionalidad la que nos distingue de los animales.
Por eso seamos verdaderos humanos y no animales.
Malena