Las Madres




Los niños tienen un enorme potencial que es necesario ayudar desarrollar y cultivar. Las madres no deben pensar que un niño no sabe nada y no tienen el derecho de desviarlos de la dirección que ellos desean porque esto es un gran error.

Deben reconocer el valor de sus hijos y utilizar el mejor método que se adecue a cada niño en particular, según sus inclinaciones y esto es muy importante para que los niños tengan oportunidad de conocer su destino superior.

Una madre debe ser un ejemplo inspirador para su hijo, porque él aprenderá todo lo que ella haga, e intentará hacer lo mismo.

No se puede reprender a un niño por hacer lo que hace su madre, es ilógico y los niños tienen un gran sentido de la justicia.

El hogar debe estar libre de odio, orgullo, calumnia o codicia y el amor, la espiritualidad y la fe en la vida deben ser el eje.

Actualmente las tradiciones y los valores están siendo reemplazados por modos de comportamientos rudos y violentos, modos de vestir audaces y modos de hablar vulgares.

Permitirle a un niño el acceso a la televisión sin control puede contaminar su carácter en forma silenciosa y muy sutil, degradándolo.

Solamente la virtud, fortaleza y fuerza moral de las madres podrá garantizar el futuro de la humanidad, porque los hijos son los pilares sobre los cuales se apoyarán los cimientos de la civilización futura.

La madre es la sostenedora de los ideales espirituales de los hijos porque no hay mejor fuente de fe que las palabras de una madre.

Actualmente los niños están creciendo en medio de una atmósfera artificial, contaminada por la corrupción, la ansiedad, la depresión y el miedo, impuesta por la tendencia de una cultura superficial y materialista.

Tanto los padres como los maestros y también los gobiernos han perdido los ideales por los que lucharon sus antepasados, adquiriendo hábitos y costumbres externas y ajenas.

Los niños serán los que llevarán a la Nación hacia la perdición o hacia el progreso.

El padre tiene otro rol diferente, representa la autoridad y se espera que sea el sostenedor; y aunque su ejemplo sea clave para el desarrollo de su hijo, su influencia, aunque muy importante, no llega al nivel de la influencia materna, porque la más competente para guiar a su hijo será siempre su madre.

Ser madre es una gran responsabilidad, porque representa la base indispensable y determinante del futuro de su hijo.