Inteligencias Múltiples


Howard Gardner, uno de los más destacados psicólogos de los Estados Unidos, propone a través de su último libro titulado “Cinco mentalidades para el futuro” las cinco capacidades con que deberían contar los seres humanos para enfrentar el desafío que implica el ingreso al siglo XXI.

La primera de ellas es la “Mentalidad Disciplinada” que exige la necesidad de terminar con la forma de aprender los contenidos de las disciplinas de memoria, que es lo que todavía se hace en las instituciones educacionales, sino de enseñar para que los niños y jóvenes comprendan los contenidos y los puedan incorporar a su vida cotidiana,

La mentalidad disciplinada es absolutamente necesaria en un momento en que la información es casi infinita, lo que obliga a analizar los contenidos y seleccionar lo que es importante y descartar lo que no lo es.

En segundo lugar, para realizar esta tarea de selección se necesitará una “Mentalidad Sintetizadora”, capaz de formarse una idea clara a partir de muchos conocimientos aparentemente inconexos.

Hacer una síntesis consiste en captar el concepto digno de atención entre una gran cantidad de información de la que se puede prescindir.

La capacidad de síntesis es propia de la inteligencia teórica, de aquel que puede percibir un significado global esencial y coherente entre una totalidad que muestra infinidad de detalles difíciles de integrar.

Surge así “La Mentalidad Creativa”, que es la que logra ideas nuevas que sólo son aceptadas con el paso del tiempo, ya que por su originalidad distan mucho de ser convencionales y por ende tienden a ser rechazadas.

Gardner sostiene que para ser creativo hay que dominar una disciplina, arte, profesión u oficio y además tener una actitud que tiende a aprovechar las oportunidades, a ser audaz y a aprender de los errores.

La mejor manera de estimular la creatividad es enseñando a aprender de los errores. No se trata principalmente de saber las respuestas correctas sino de saber hacer una buena pregunta porque esa es la manera más eficaz de aprender.

Además será necesario contar con una “La Mentalidad Respetuosa”, que es la que hace que una persona tenga en cuenta a su prójimo, cualquiera sea su origen o creencia y que no piense solo en si mismo y esto se consigue con una filosofía educativa que enseñe modelos de comportamiento que favorezcan estos valores.

En cuanto a “La Mentalidad Ética”, es la que requiere una capacidad abstracta mayor que las anteriores, porque implica el compromiso con uno mismo para mantener el comportamiento que nos corresponde por ser quienes somos.

Esta mentalidad ética exige tanto el compromiso como la excelencia en el actuar, en un mundo cada vez más complejo que exige permanentes desafíos.