Genes de la memoria




Investigaciones recientes indican que ciertos tratamientos químicos pueden permitir recuperar la memoria y la capacidad para aprender, incluso en aquellos casos de daños cerebrales o de déficit intelectuales congénitos.

Estudios hechos con animales revelan que la clave se encuentra en la epigenética, o sea en los cambios en el ADN que no afectan al código genético.

Estos cambios químicos influyen en la forma de expresarse de los genes, es decir, en su comportamiento durante la síntesis de proteínas; y esta alteración puede producir un importante efecto sobre la memoria a largo plazo.

A medida que una persona tiene actividad neuronal, aprende y utiliza su memoria, induce la síntesis de nuevas proteínas que consolidan o crean nuevas conexiones nerviosas.

Algunas experiencias clínicas muestran que la pérdida de la memoria no siempre es para siempre, sino que se puede restablecer por etapas, al principio los pacientes pueden no recordar nada, luego comienzan a recordar acontecimientos de su infancia y en pocos minutos pueden acceder a su memoria reciente.

Los experimentos con animales llevan a la conclusión que existe la posibilidad de recuperar los recuerdos aún después de lesiones graves.

El enriquecimiento del entorno produjo efectos químicos en el cerebro de los animales que participaron en el experimento.

Este resultado permite explicar por qué las personas que realizan actividad mental y viven en un mundo rico intelectualmente son los menos afectados por la enfermedad de Alzheimer.

El trabajo intelectual, estimulante, produce la relajación de la estructura del cromosoma y alivia los efectos neurodegenerativos que pueden sufrir las personas.

El hombre tiene la capacidad de adelantarse, con su intuición, a los acontecimientos, algunos por medio de la ciencia ficción.

En la novela "Al final del arco iris", escrita por Vernor Vinge en 2006, que se desarrollaba en un futuro cercano, la medicina de esa época permite que uno de los protagonistas, persona talentosa, se recupere de la enfermedad de Alzheimer en su fase terminal; pero después de la terapia, además, pudo desarrollar una serie de facultades diferentes.

En un relato breve, escrito por Daniel Keyes en 1959, expone la experiencia de un retrasado mental que luego de un tratamiento se convierte en un genio.

Se sabe que existe una relación entre lesiones cerebrales y genialidad. La historia está llena de ejemplos de gente famosa que trasciende por su lucidez extraordinaria pero que son incapaces de llevar una vida normal.

Fuente:"Investigación y Ciencia-Mente y Cerebro", N.40 del 2010, Amir Levine(Psiquiatra y neurocientífico en la Universidad de Clumbia que investiga sobre la epigenética de la adicción y de la memoria.