Por qué no bajo de peso.




Existen distintos motivos para que una dieta no dé los resultados esperados.

En primer lugar, se puede haber elegido una dieta demasiado estricta y difícil de mantener en el tiempo.

Puede haber motivos relacionados con la actividad física, por ejemplo, creer que no se tiene tiempo suficiente como para salir a caminar, etc.

Otras causas pueden ser los conflictos personales.

Otros motivos pueden tener que ver con la relación con los demás.

Haber elegido una dieta muy estricta puede asegurar bajar más rápido de peso pero con el tiempo se puede abandonar.

Los problemas que se relacionan con la actividad física pueden hacer fracasar las dietas porque es fundamental, no solamente se baja de peso con el ejercicio regular sino que cambia la actitud hacia el cuerpo, se lo comienza a apreciar más, simplemente porque se lo usa y se lo conoce más.

Los conflictos intrapsíquicos también atentan contra las dietas, porque si no estamos bien con nosotros mismos será más difícil conseguir algún objetivo, cualquiera que sea.

La depresión, la ira, la ansiedad, el estrés, la soledad, el comportamiento obsesivo, son estados de ánimo que no contribuyen a favorecer la bajada de peso.

Los factores que tienen que ver con la forma de relacionarse con el mundo y con los demás también influyen en una dieta. Si siempre le estamos echando la culpa a otros, si el mundo nos parece que está en nuestra contra, si no asumimos que todo depende de nosotros y de nuestras decisiones, probablemente seguiremos poniendo excusas y seguiremos obesos.

Algunos viven su obesidad como un castigo, como si no tuvieran ellos nada que ver. Le echan la culpa a los genes, a la madre, a la familia, a la situación económica, etc., pero el último en tener responsabilidad del propio peso son ellos mismos.

Las personas que tienen éxito con sus tratamientos son las que tienen una actitud positiva y ganas de aprender, porque se trata de algo que hay que hacer toda la vida, no solamente un período de tiempo, sino de un cambio definitivo en la forma de conectarse con la comida.

El registro de todo lo que se come muy importante, porque mentalmente se registra un 30% menos de lo que realmente se ingiere. Al tomar nota de todo lo que se llevan a la boca se pueden dar cuenta cuál es el punto donde fracasan; además, también es positivo señalar el estado de ánimo con una carita según cómo se sientan.

Todos sufrimos crisis cotidianas en algún orden de la vida y nos aferramos a las perdidas sin ver el sentido que tienen las dificultades para poder superarlas y lograr crecer.

Las crisis permiten madurar y salir fortalecido de esa experiencia con una mayor capacidad de controlar la propia vida.

Caminar se puede si uno tiene realmente interés de seguir un plan de alimentación para bajar de peso.

Se pueden bajar dos estaciones del subte antes de llegar, no tomar el ascensor y subir y bajar por las escaleras, levantarse un poco antes y hacer una breve rutina de ejercicios, usar menos el auto, ver menos televisión, sacar a caminar al perro, o sea, estar dispuesto a ser mas dinamico y no tan sedentario.

Y no olvide que usted puede ser la persona que quiere ser y no la que cree que tiene que ser.

Fuente: “La nueva guía Cormillot”, Dr. Alberto Cormillot