El Hombre Biónico





Daniel H.Wilson, escribió recientemente una novela titulada “Amped” , inspirado en el avance de la tecnología en prótesis y trasplantes neuronales.

En ella describe un futuro en el que los implantes biónicos crearán personas supercapacitadas, capaces de desestabilizar la sociedad y desencadenar un movimiento de derechos civiles.

Estos avances científicos pueden terminar con las secuelas de terribles enfermedades o con las discapacidades producidas por traumatismos o amputaciones, pero también pueden transformar a esas personas en supercapacitadas hasta el punto de llegar a tener amplias ventajas con respecto a las habilidades de las personas normales.

Los implantes neuronales, además de corregir trastornos pueden incrementar la capacidad de concentración y de memoria a niveles sobre humanos.

Estas personas ¿serán humanas o más que humanas? ¿Podría surgir una nueva especie a partir de los implantes cerebrales y de las prótesis inteligentes? ¿Podría ser este el origen de un nuevo enfrentamiento entre los hombres que lleve a una revolución social o servirá para mejorar y construir un mundo mejor?

Lo cierto es que en poco tiempo la relación entre los seres humanos podría sufrir un cambio radical y los que permanecían confinados en una silla de ruedas o disminuidos por sus discapacidades mentales podrían pasar al frente y llegar a superar irremediablemente al resto.

La ciencia y la tecnología avanzan día a día. Antes, las familias se reunían para escuchar la radio, luego, cada uno tuvo su propia radio portátil, pronto estos aparatos ya no estarán afuera sino dentro del cuerpo humano.

Las prótesis de avanzada no sólo pueden ayudar a volver a la normalidad a una persona discapacitada, sino también a superar a los demás, como ya está ocurriendo con Oscar Pistorius, un corredor sudafricano famoso que perdió la parte debajo de las rodillas de ambas piernas; pero que con sus prótesis de fibra de carbono está en condiciones de desafiar a los más rápidos del mundo.

En 2008, la Asociación Internacional de Federaciones Atléticas no le permitió competir, pero tuvo que revertir su posición después que un grupo de científicos intervino aportando sus conocimientos demostrando que el deportista tenía ventajas pero también desventajas con sus prótesis, lo que hacía que se equilibrara su capacidad y pudiera competir en igualdad de condiciones.

Si Pistorius logra calificar en su país de origen, será el primer corredor con piernas ortopédicas que participe en una olimpíada.

La tecnología de prótesis está superando el principal inconveniente, que es la posible dificultad de adaptación.

En el futuro, las prótesis podrán ser controladas por implantes cerebrales, que incluso podrían dar vida, sentido de tacto y capacidad para reaccionar a los estímulos a los propios miembros.

El objetivo de las personas con discapacidad física ya no será solamente recuperar sus facultades perdidas sino superarlas mediante la aplicación de la más moderna tecnología.

Más que ayudar a superar la adversidad, lo que pretenden los fabricantes es que sus clientes trasciendan su propia naturaleza.

Los implantes cerebrales son delgados electrodos que son colocados en el cráneo y que tienen la capacidad de detectar la actividad cerebral y estimularla o regularizarla.

Ya hay más de doscientas mil personas en el mundo que usan implantes clocleares para recuperar la audición, los cuales transmiten los sonidos externos directamente al nervio auditivo y de allí al cerebro.

En caso de pacientes que sufren mal de Parkinson, el implante neuronal puede actuar como un marcapasos cerebral, estimulando el cerebro.

La discapacidad de hoy se puede convertir en una supercapacidad en el futuro, gracias al avance de la tecnología; que también puede hacer que personas normales puedan adquirirla para gozar de sus ventajas y beneficios, para bien de la especie humana.

Fuente: “The Wall Street Journal Americas”; “El hombre biónico y más allá”; Daniel H. Wilson.