El Crimen del Atleta Oscar Pistorius




Oscar Leonard Carl Pistorius, conocido atleta sudafricano, de 26 años, que sufrió a los once meses de edad una doble amputación de sus piernas por haber nacido sin peroné; hasta ahora era considerado un héroe por sus hazañas deportivas, pero hoy muestra al mundo otra faceta de su personalidad al ser  protagonista de un grave hecho policial.

Pistorius logró competir en los Juego Paralímpicos de Atenas en 2004, utilizando prótesis de fibra de carbono y ganando la prueba de 400 metros lisos para atletas con ambas piernas amputadas.

Posteriormente superó su condición logrando ser el primer atleta con doble amputación que es aceptado para participar en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, llegando a clasificarse para las semifinales.

Lamentablemente, hace unos días fue el protagonista de un drama pasional, al ultimar a su novia, Reeva Steenkamp, con cuatro disparos, en su domicilio de Pretoria; y las últimas noticias confirman que fue acusado formalmente por la policía sudafricana por ese asesinato.

Pistorius pertenece a una familia de buena posición económica, que realizó todos los esfuerzos posibles para que tuviera una vida normal.

Desde su infancia utilizó para caminar, las prótesis más modernas, las cuales eran reemplazadas al crecer, por otras a su medida, hasta lograr un dominio perfecto, lo que le permitió aventurarse a la práctica del atletismo.

A la luz de la teoría de Alfred Adler (1870-1937), médico y psicólogo austriaco, uno de los disidentes de la teoría de Sigmund Freud, fundador de la escuela de Psicología Individual y precursor de la moderna psicoterapia;  toda minusvalía física produce un complejo de inferioridad que puede resolverse favorablemente cuando la persona se esfuerza por trascenderlo para poder insertarse en la sociedad,  o en caso contrario, adoptar una actitud de despreocupación y abandono y elegir ser una carga.

Adler basa su teoría en la formación del carácter, la superación del complejo de inferioridad y la elaboración del conflicto entre la situación real del individuo y sus aspiraciones.

Enfatizó la importancia de la relación entre el individuo y su ambiente y estudió los impulsos, las sensaciones y la memoria, en el contexto del plan de vida de un sujeto; tratando de explicar en el marco de esa teoría casos psicopatológicos.

Para Adler, el objetivo de la psicoterapia es guiar a los pacientes emocionalmente perturbados por sus sentimientos de inferioridad, por el camino de la madurez, el sentido común y la colaboración social.

El complejo de inferioridad es la relación entre la inferioridad de los órganos y su compensación psicológica y la meta final es la superioridad, pudiendo llegar un individuo a  desarrollar complejo de superioridad.

El complejo de superioridad lleva a la adopción de un comportamiento prepotente y  arrogante en el trato con los demás,  disminuye la tolerancia a la frustración y la resistencia a la crítica y puede provocar la consecuente excitación de impulsos agresivos para defenderse de la pérdida de identidad y  autoestima que le producen los fracasos.  

El sentimiento de inferioridad puede compensarse con una conducta obsesiva compulsiva para lograr la perfección, quedando demasiado vulnerable la personalidad ante cualquier experiencia de rechazo.

Fuente: “El carácter neurótico”, Alfred Adler; Enciclopedia Británica.

MALENA