Sonambulismo y Crimen



El sonambulismo es un trastorno del sueño conocido como parasomnia No REM, o sea que no incluye movimientos oculares rápidos, que son los característicos movimientos que se registran cuando un individuo sueña.

A veces, en este estado, entre el sueño y la vigilia, se pueden cometer hechos trágicos.

Esto es lo que ocurrió con un paciente del Centro Regional de Alteraciones del Sueño de Minnesota, Estados Unidos, que era sonámbulo desde la infancia.

Este joven de 26 años, casado, concurrió a la consulta porque parecían haberse intensificado sus síntomas. Solía despertar a su esposa con empujones y se incorporaba diciendo cosas sin sentido, pero luego, cuando se despertaba, no recordaba nada.

Los médicos resolvieron realizarle un EEG (electroencefalograma) durante la noche mientras dormía, pero, durante el sueño se quitó los electrodos que marcaban el registro violentamente, arrancándose también mechones de pelo, pero sin despertarse.

El resultado del estudio confirmó el diagnóstico presuntivo y le recetaron ansiolíticos.

Como esa medicación no le había dado resultados significativos, volvió a la consulta y el médico le aumentó la dosis.

Después de esa visita el paciente no volvió, pero varios meses después, los médicos recibieron una carta de la fiscalía de ese distrito que informaba que dos días después de su última visita al médico, había sido detenido como sospechoso de la muerte de su esposa y deseaban saber si ese crimen podría estar relacionado con su trastorno.

Claro que les resulta difícil de creer a los jueces y a los jurados que alguien acusado de un delito grave, lo explique sosteniendo que lo hizo en estado de inconsciencia, mientras estaba dormido.

Actualmente, la ciencia ya no concibe fronteras tajantes entre los distintos estados de sueño sino que después de más de veinte años de investigaciones parece ser un fenómeno gradual.

Aunque se trata de un tipo de delito bastante raro, la revista científica sobre neurociencias, en 2010, investigó 21 casos homicidios en estas circunstancias, de los cuales un tercio de los acusados fueron absueltos.

Sin embargo, en Estados Unidos existen cuarenta millones de personas con este trastorno, y solamente un dos por ciento, según una encuesta realizada en los años noventa, cometieron delitos graves.

La auténtica parasomnia puede impulsar a un individuo a realizar actos inconscientes, sin intención ni motivación, por lo que, desde el punto de vista legal, el acusado tiene el derecho de ser considerado absuelto.

Por lo tanto, durante un juicio no se trata solamente del delito que cometió un acusado en estos casos sino también cuál era su real estado de conciencia.

Malena

Fuente: “Investigación y Ciencia”; Edición española de “Scientific American”; Número Monográfico; Noviembre 2012; “Más allá de los límites de la ciencia”; “Delitos oníricos”; James Vlahos; periodista independiente que ha escrito para National Geographic Adventure, Popular Science y New York Times Magazine.