El Rol del Psicólogo


El rol del psicólogo clínico consiste en escuchar, apoyar, esclarecer y orientar a los pacientes que presentan problemas emocionales, dificultades de adaptación a las distintas etapas de la vida, conflictos intrapsíquicos o problemas de relación, laborales, sociales o vocacionales. También está capacitado para administrar una batería de tests y elaborar un psicodiagnóstico, para descartar desde ese ámbito, un posible compromiso neurológico que podría ser la causa de los trastornos, el cual lo habilita a realizar la derivación correspondiente.

¿Por qué hay tanta gente que necesita apoyo terapéutico y se niega a ir al psicólogo? Porque seguramente tendrá que hablar de cosas que no quiere decir y tendrá que escuchar cosas que no quiere oír.

El solo hecho de decidirse a hacer una terapia ya es terapéutico, porque significa que se está dispuesto a hacer lo necesario para cambiar.

Cambiar nunca es algo sencillo, porque exige replantearse la vida y comenzar de nuevo con otros parámetros de comportamiento y otra visión del mundo más amplia; pero esto suele resultar muy incómodo cuando la persona se ha acomodado a sus circunstancias, aunque le resulten difíciles.

Para poder cambiar es necesario reconocer las actitudes que llevan a un individuo a vivir situaciones insostenibles que dificultan las relaciones y que conducen inexorablemente al fracaso; para no volver nunca más a repetir historias.

La persona que se siente infeliz y desilusionada de la vida y de los afectos, que considera que se ha fallado a sí misma porque no logra cumplir sus objetivos, que se siente esclava de otros y aprisionada en una situación aparentemente sin salida; si quiere liberarse de esas ataduras, tiene que cambiar.

Todos los seres humanos experimentan los mismos problemas, las mismas desilusiones, las mismas pérdidas, la diferencia es cómo los enfrentan.

Si no se tiene la fuerza ni el coraje para hacer lo que cada uno tiene que hacer para decidirse a ser quien es, a pesar de todos los obstáculos y no se renuncia al sentimiento de culpa que se siente por no hacer lo que quieren los demás, el conflicto interno es inevitable.

De nada sirve culpar a los otros de todos los males que nos afectan, porque la responsabilidad de todo lo que nos pasa es siempre nuestra.

Sartre, filósofo existencialista, dice que el sentido trágico del destino del hombre es tener que elegir; porque no puede no elegir, ya que si no elige, está eligiendo no elegir.

Existen distintos abordajes terapéuticos según la orientación psicológica del terapeuta; no obstante, escuchar al paciente es la tarea principal en todas las formas de psicoterapia.

Si se trata de una psicoterapia profunda, que tiene como objetivo conocer las causas inconscientes de la conducta, hay que ser psicoanalista. En Argentina son psicoanalistas los psicólogos o médicos que hacen el curso en la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Para el psicoanalista ortodoxo, la única técnica es la asociación libre, que consiste en decirle al paciente que exprese lo primero que viene a su mente, mientras él profesional escucha sin inmutarse y sin mirarlo.

El supuesto de la teoría psicoanalítica es que ese contenido que aparece sin pensar proviene del inconsciente reprimido, por lo tanto, el objetivo de esta terapia es hacer consciente lo inconsciente; dándose cuenta uno mismo de dónde proviene el problema.

El inconsciente representa los deseos instintivos que se reprimen para cumplir con las normas morales, que es lo que produce el conflicto del Yo, instancia del aparato psíquico que tiene que lograr el equilibrio entre los deseos instintivos y la conciencia moral.

Para Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, el individuo se cura cuando logra liberarse de las dependencias y es capaz de transformar parte de su energía instintiva en fines socialmente aceptables.

Actualmente, muchos psicólogos trabajan con una orientación menos clásica, más breve y práctica, con objetivos limitados, como por ejemplo la psicología cognitiva.

La Psicología Cognitiva surge como reacción a la teoría conductista mecanicista norteamericana, adoptando aportes como la teoría del aprendizaje conexionista de Tolman; la teoría de la percepción de la escuela de la Gestalt ; y la teoría del espacio vital de Kurt Lewin.

Esta forma de psicoterapia breve se centra en el motivo de la consulta, basándose el tratamiento en la posibilidad de aprender nuevos hábitos y de desterrar los condicionamientos aprendidos del pasado.

En este encuadre terapéutico se le da más importancia al presente que al pasado; porque el pasado no se puede cambiar, ya que según lo que hagamos en el presente así será nuestro futuro.

Las técnicas utilizadas pueden ser, los señalamientos, o sea señalar lo que el individuo dice o hace sin darse cuenta y la presentación de alternativas que el paciente no ha contemplado, que lo ayuda a ampliar su perspectiva, ya que usualmente se encuentra centrado en su propio enfoque sin poder ver otros.

La terapia de grupo es otra forma de abordaje terapéutico que utiliza como técnica conceptos de la teoría de la dinámica de grupos. Puede ser aplicada a casos clínicos, laborales o vocacionales; para grupos con problemas de adicción, fobias, de pareja, familiares, etc.



Malena