Arte y Psicosis


Muchas veces, el arte salvó a inventores, escultores, pintores y otros genios del suicidio; incluso algunos científicos sostienen que existe una relación entre la brillantez de la creatividad y los desórdenes mentales.

Autopsias realizadas a científicos brillantes, como por ejemplo Albert Einstein, han detectado que el genio se puede manifestar en sujetos que padecen de déficit de atención, porque poseen una mayor cantidad de glías, que son las células de sostén de las neuronas que participan activamente en el procesamiento de la información.

El creador verdaderamente libre se encuentra en el difuso límite que existe entre la realidad colectiva y su realidad mental propia, lo que le hace difícil llevar una vida normal pero que le permite ver más allá de ella.

En la actualidad, la masificación atenta contra la creatividad; y en proporción cada vez son menos los genios que pasan a la historia.

Personalidades como Samuel Beckett y James Joyce realizaron sus creaciones más destacadas guiados por voces internas que los separaban del mundo y los sumergían en otros universos.

Mozart era un maníaco que se burlaba de las reglas y que llevaba una vida desordenada y promiscua. Solía decir que podía escuchar toda la obra completa antes de escribirla, de modo que para él crear era fácil, porque sólo consistía en copiar lo que oía.

No es nuevo el descubrimiento del vínculo entre la locura y la imaginación, ya que sabemos que solamente quien está dispuesto a trasgredir las reglas y a expresar sus aparentes delirios es el que tiene oportunidad de crear algo.

Las alucinaciones y los delirios místicos pueden afectar la existencia pero también pueden dar lugar a una inagotable fuente de creatividad.

El arte, para estos sufridos personajes, representa una manera de responder a un estado de tortura mental, o sea, que es su modo personal de explicar su sufrimiento.

Tanto en la literatura como en la pintura, la historia revela que son muchos los genios con patologías mentales que produjeron obras que se destacaron por su originalidad y su alto nivel técnico y estético.

Para un psicótico, la creación es una salida original que aunque no termina con su problema sirve para transformarlo de una manera diferente. Sus cuadros, por ejemplo, proyectan su tormentosa mente y resultan un modo de expresión que le permite escapar de su depresión y calmar su indomable temperamento.

La creatividad pictórica de hecho es útil para detectar distintas formas de percibir, de pensar y de razonar y descubrir síntomas y trastornos; como lo hace por ejemplo el test de Rorschach.

Es por eso que a través de sus obras, hoy en día podemos realizar diagnósticos de personalidad a personajes que vivieron hacen varios siglos y registrar las patologías que los aquejaba, que en vida les sirvió para no caer en el abismo de la alienación y de la muerte.

Los genios son los que pueden salirse de las inflexibles estructuras sociales, tal vez porque no les importa la opinión de los demás, no se preocupan en construir un personaje y pueden ser ellos mismos.

Malena

Fuente: "LNR": 011/2011; "Genialidad y locura"; Federico Abuaf