Arte de Amar de Ovidio


Ovidio, fue un célebre poeta nacido cerca de Roma en el seno de una familia noble, 43 años antes de Cristo.

Queriendo evadirse de los avatares de la política, por el atractivo que sentía por las letras y también por el rechazo por la dictadura de Augusto, se dedicó de lleno a escribir.

En aquella época, no se escribía en prosa, de modo que la única forma de transmitir las ideas era la poesía en la que Ovidio incluye humor, ironía y descripciones de gran veracidad que hacen que sus versos adquieran un ritmo vivaz .

La primer obra de Ovidio fue “Amores” y la segunda “Ars Amatoria”(Arte de amar), esta última didáctica, que forma parte del trabajo que realizó durante su primer período poético.

“Arte de Amar” y “Amores” se encuentran reunidos en un pequeño libro que aún se edita en forma periódica, por el interés que suscita y por la sabiduría que transmite y que se puede encontrar en las librerías a un costo accesible.

A pesar de los siglos transcurridos, sus poemas tienen una vigencia inusual ya que en materia de sentimientos y emociones la humanidad sigue siendo tan vulnerable como siempre.

Según Ovidio el arte de amar consiste en respetar tres importantes pasos: descubrir a quien se desea amar; conquistarlo cuando se encuentra y luego ser capaz de mantenerlo.

Para descubrir a quien amar hay que buscar a ese amor en el lugar adecuado, sin necesidad de ir tan lejos, sabiendo bien qué es lo que uno está buscando y teniendo en cuenta que las personas se identifican con quienes frecuentan habitualmente y se comportan de acuerdo a la conducta de quienes los rodean.

Ovidio recomienda a los futuros amantes a buscar en los lugares que en esa época eran frecuentados por gente joven, de mediana edad y también maduras, porque sabe que cada uno tiene, con respecto al amor, necesidades diferentes.

Lo más conveniente, según él, es que la elegida repare en el candidato, para lo cual, será necesario ubicarse lo más cerca posible e ingeniárselas para iniciar una conversación trivial que no interfiera con su criterio, demostrando amabilidad y buena educación y siendo solícito y atento; porque son los detalles pequeños los que ayudan a bajar las defensas de una mujer para que un hombre pueda acceder en primer lugar a su espíritu.

Los banquetes también son lugares adecuados para buscar amantes, porque impulsan a los tímidos al atrevimiento, aleja las penas y las preocupaciones y favorece los encuentros, permitiendo liberarse de la falsedad y actuar con mayor espontaneidad.

En cuanto a la conquista, Ovidio recomienda confiar en que toda mujer es conquistable y que solamente hay que saber tender las redes, pero suplicar jamás.

La pasión en una mujer es más violenta y más loca que la del hombre, de modo que difícilmente haya alguna que rechace ser cortejada y que nunca se entregue.

Es oportuno caerles bien a sus amigos y también son eficaces los regalos, ser elocuente y hacer promesas, sin olvidar ser insistente hasta el cansancio.

Para Ovidio, en el arte de amar es importante ser limpio para que nada ofenda el olfato, estar bien vestido, lavarse los dientes, tener buen aliento, afeitarse la barba, tener las uñas cortas y limpias y el pelo bien cortado.

No hay que olvidar que los elogios a una mujer no deben faltar porque a ninguna le desagrada que alaben su belleza y que los besos y las lágrimas pueden horadar la piedra y conmover la voluntad más férrea.

La iniciativa siempre tiene que ser del hombre, o sea ser el primero en acercarse, porque después es ella la que elige; y luego hay que tener cuidado con los amigos porque al ver la dicha ajena pueden sentir deseos de ocupar el lugar que no les corresponde.

No obstante, cada mujer tiene su propio carácter y como la tierra es apta para algunas cosas y no para otras, por eso hay que tener la inteligencia de cultivar en el terreno adecuado.

Siguiendo estas recomendaciones, según Ovidio, el amor entre dos amantes puede durar mucho tiempo.

Malena

Fuente: “Arte de Amar”, Ovidio