Una
mujer no puede controlar su obsesión por los
zapatos. Confiesa tener seiscientos
pares de zapatos y cada vez que va al shopping regresa a su hogar con otro más. Su marido prefiere que vuelva con un paquete,
contenta, y no sin nada, triste, porque sufre de depresión.
Ella
confiesa que comprar zapatos es lo único que le da placer, probarlos y llevándoselos aunque jamás los use; sin embargo, luego siente culpa, porque piensa que puede haber muchas personas en el mundo que no
tienen nada para comer y que ella es la peor de las personas.
La
compra compulsiva es una obsesión que puede ser un trastorno en sí mismo o el síntoma
de una depresión.
El
placer que sienten los compradores compulsivos cuando compran se convierte así
en una adicción.
La
obsesión por comprar se puede circunscribir a objetos específicos, como en este
caso, zapatos, o bien puede abarcar cualquier cosa que les guste aunque no la necesiten.
El
placer que sienten al comprar no les dura mucho tiempo, porque apenas llegan a
su casa y guardan su adquisición, comienzan a sentir culpa y desazón y a
sentirse peor que antes.
Los
shoppings son una gran tentación para los compradores compulsivos y también los
supermercados.
Una
mujer puede acaparar gran cantidad de mercadería en sus alacenas que no
alcanzará a consumir y que deberá desechar cuando se cumpla la fecha de
vencimiento.
Otra
persona, puede sentir predilección por atesorar artículos de limpieza o
cosméticos, no necesariamente para usar sino para sentir el placer de tenerlos.
La
ropa es también una gran tentación difícil de vencer. ¿Cuántas veces muchos de nosotros hemos
comprado algo que nos gustó en la vidriera pero que luego jamás usamos porque
no nos quedaba bien?
El
mundo de la publicidad induce a comprar todo lo nuevo aunque sea algo viejo
disfrazado. Las reglas del mercado obligan
a crear la motivación para comprar cosas que nunca necesitamos pero que gracias a una persuasiva campaña publicitaria
se vuelven imprescindibles para la mayoría de nosotros.
¿Cómo
hacer para ser indiferente a los consejos publicitarios que descargan todos los
días su artillería en forma de propaganda y no probar las bondades de un nuevo
producto?
¿Cómo
vencer una compulsión a comprar zapatos o cualquier otra cosa que ya tenemos de
sobra?
Existen
terapias muy eficaces para estos trastornos que pueden incluir tratamiento
farmacológico en el caso de que se trate del síntoma de una depresión.
El
vacío existencial, la falta de desarrollo personal y la pérdida del sentido de
la vida; son carencias que se tratan de llenar con el placer que producen los objetos,
las drogas, el sexo compulsivo o el alcohol; sin éxito, ya que la gratificación
que provocan dura muy poco y deja a la persona con culpa y más vacía y descontenta que antes.
Las
terapias cognitivas se centran en aprender a reaccionar de una manera diferente
frente a las necesidades psicológicas y físicas que llevan a una adicción y a
encontrar nuevas formas de satisfacción cambiando de perspectiva.
La
búsqueda del sentido de la vida exige una introspección y un mayor
autoconocimiento para saber quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde nos
dirigimos.
Todo
ser humano tiene un gran potencial esperando expresarse en esta vida que la
mayoría desconoce.
No
existe gratificación más plena que encontrar el propio camino y arriesgarse a
recorrerlo; porque ser uno mismo es la única condición para alcanzar el equilibrio y la paz interior.
Malena
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Pensar que muchisima gente bromea con eso, y realmente es un tema muy serio.
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