El
autocontrol es la capacidad de dominarse a sí mismo, que significa tener la
fortaleza de reflexionar antes de actuar, postergar los impulsos, tener
objetivos más amplios que los inmediatos y una perspectiva más elevada.
Podemos
conocer nuestro autocontrol observando nuestra forma de actuar en cada
circunstancia, viendo si nos irritamos frente a situaciones que nos desagradan,
si habitualmente reaccionamos en forma violenta o en cambio cualquier contrariedad
nos paraliza; y evaluando si somos capaces de analizar objetivamente cada
experiencia difícil y buscar la
respuesta más adecuada en función a una meta superior.
El
autocontrol permite regular el comportamiento, dominar los deseos y las
emociones, actuar en forma consciente y poder postergar las necesidades
inmediatas para sentirse gratificado a un nivel psicológico más alto.
Solamente
la persona con autocontrol puede proponerse metas a largo plazo y tener la
fortaleza suficiente para ser flexible, no caer en excesos, saborear los
momentos gratos con sobriedad y límites, regulando la gratificación a corto
plazo para alcanzar objetivos más altos.
La
soberbia y la arrogancia son los enemigos del autocontrol ya que obligan a estar
a la defensiva y a asumir una actitud competitiva que coloca a la persona en la
posición de abandonar los propios proyectos para perseguir objetivos de otros.
El
autocontrol permite dominar los impulsos, tener la prudencia de ser sensato y
moderado y la humildad de reconocer los propios límites.
Las
emociones nos impulsan a buscar la gratificación inmediata, mientras la
reflexión es la que tiene el poder de detener los impulsos para pensar y tomar
la decisión que esté de acuerdo con un interés superior.
Cuanto
más fuerte es la motivación para el autocontrol, es más fácil lograrlo, por eso
es importante tener bien presentes sus ventajas y beneficios.
Las
discusiones muchas veces son inútiles.
Piensen cuántas veces discuten con personas de su entorno por las mismas
cosas, sin detenerse a pensar que sería
mucho más beneficioso para la relación y para ustedes mismos, poder mantener la calma y mantenerse callados.
Si
pudieran detenerse en esas circunstancias y contar hasta diez tomarían
conciencia de la emoción que están sintiendo, podrían dominarla y obtener un
mayor beneficio desde una perspectiva más elevada.
El
autocontrol se puede practicar todo el día observando nuestro comportamiento
ciudadano y viéndonos si somos capaces de tener conducta como transeúntes, por
ejemplo, cruzando por las sendas
peatonales y como automovilistas no
insultando a otros cuando manejamos, respetando las señales de tránsito, no
tocando la bocina sin necesidad, circulando con precaución y contestando
amablemente cualquier pregunta, aunque estemos apurados y ya estemos llegando
tarde.
La
inteligencia emocional significa aprender a controlar los impulsos; un tipo de
inteligencia que favorece el más completo desarrollo del intelecto y de
cualquier otra clase de capacidad humana.
El
día que los científicos logren encontrar la forma de vencer a la fuerza de
gravedad, se podrá superar la inercia y viajar a cualquier parte del espacio y
del tiempo. Y el día que el hombre logre vencer sus impulsos la evolución humana no tendrá limites y viviremos en un mundo más feliz..
Malena
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