En
las grandes ciudades cada vez son más los que toman antidepresivos, y no son
pocos en el mundo los que se suicidan.
Los motivos pueden ser muchos y apenas atendibles, pero para la gran mayoría, los problemas más comunes que no pueden resolver son: la soledad si son dependientes, no poder parecerse a los demás, no tener lo que tienen
otros, no ocupar posiciones en la sociedad que desean, o sea, que no pueden aceptarse tal cual son y
no son capaces de hacer algo desde sus límites.
Todos
tenemos limitaciones para alcanzar nuestros objetivos, algunos más que otros,
sin embargo, la gran diferencia es que los que logran destacarse del resto en
alguna actividad o trabajo conocen bien sus habilidades y se dedican de lleno a
desarrollar todo su potencial sin pretender hacer otra cosa.
Cualquier
etapa de la vida puede ser el momento de aventurarse a ser quien uno es, porque
la esperanza es lo último que se pierde y lo importante es tener siempre un
proyecto e intentar cumplirlo.
Nick
Vujicic, nacido en 1982, en Melbourne, Australia, brinda el testimonio
conmovedor de su vida, como ejemplo de que el espíritu del hombre puede superar
cualquier discapacidad física, aún la más severa, y trascenderla con creces.
Nació
sin brazos y sin piernas, con solamente dos pies deformes con los cuales
aprendió a trasladarse solo sin ayuda.
Sus
padres hicieron lo posible para que aprendiera a ser independiente y a darle
sentido a su existencia, para que a su vez él mismo pudiera ayudar a otras
personas con discapacidades físicas.
La
fuerza del espíritu hizo que Nick se convirtiera en un exitoso orador
motivacional, en un predicador cristiano, y en el director de la organización para
personas con discapacidades físicas “Life without limits”.
Como
destacado conferencista recorrió todo el mundo llevando el mensaje desde su
experiencia de vida, para motivar a los demás a superarse y a valorarse desde
el enfoque cristiano.
También
escribió dos libros y es protagonista del film de corto metraje titulado “El
circo de las mariposas”.
Sin
brazos y sin piernas Nick puede nadar, desplazarse con agilidad, atender sus
necesidades básicas sin ayuda, bajar y subir escaleras, manejar lancha con
motor, hacer surf, esquiar, usar la patineta y hacer una gran cantidad de cosas, hasta las más increíbles, que muchos no logran hacer con sus extremidades normales.
Su
vida se convirtió en un desafío permanente, el desafío de ser la mejor versión
de él mismo, desde sus limitaciones.
Aprendamos
de Nick a valorar todo lo que somos y todo lo que tenemos y seamos capaces de
reflejar al mundo nuestro verdadero ser esencial quitándonos la máscara de
quien supuestamente tenemos que ser para ser aceptados.
La
depresión surge cuando una persona pierde el sentido de su vida, cuando cree
que no tiene ningún valor por ser quien es, cuando no acepta su condición ni su
físico y cuando se siente culpable por todo eso.
Somos
todos diferentes y no nos podemos comparar con otro, solamente nos podemos
comparar con nuestro propio potencial que si lo conocemos es el que nos guía a realizar su más
completo desarrollo.
Malena
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