El I Ching


El I Ching es un antiquísimo método chino de adivinación accesible y relativamente fácil, de origen desconocido, que transmite sabiduría milenaria desde hace más de cinco mil años.

Es un pequeño libro de sesenta y cuatro páginas, supuestamente escrito en China.

Cada una de sus páginas posee un hexagrama formado por unas líneas quebradas en el medio, que representan la energía Yin y por otras continuas que son las energías Yang. En total son 64 hexagramas que van acompañados de un juicio.

Para interpretar el I Ching se utilizan todas las combinaciones posibles de un hexagrama de seis líneas.

Desde que la humanidad existe, muchos han sido los esfuerzos del hombre para explicarse los misterios de la vida, el I Ching es una forma simbólica más, de encontrar fortaleza y consuelo para enfrentar los avatares de la existencia.

Seguramente el arte del I Ching en un principio se transmitió por tradición oral de generación en generación con la intención de adivinar el futuro pero también tiene un sentido filosófico, ya que la forma de pensar de los chinos no diferencia la especulación sobre qué es el bien y el mal, de la práctica, qué es lo que debo hacer.

Confucio fue un sabio que tuvo una gran influencia sobre el pensamiento chino, preocupado por la idea de la justici y del hombre de bien, noble y recto.

Para Confucio, el hombre noble tiene la energía Yin y Yang en armonía y siente y actúa como el Universo.

Algunos atribuyen a Confucio la redacción o la adaptación del I Ching ya que su pensamiento coincide en su totalidad con el espíritu de su contenido, ya que representa la base de la reflexión filosófica de los confucianistas como de los taoístas religiosos.

En la traducción al francés de un tratado complementario del I Ching, que realizó Richard Wilhelm se describe la importancia de lo que expresan los hexagramas en la conducta.

" lo que decimos debe estar orientado según nuestros juicios, lo que hacemos debe estar orientado según nuestros cambios y transformaciones, las cosas que elaboramos deben orientarse según las propias imágenes y el horáculo nos orienta según sus líneas."

El I Ching para los chinos es un amigo y un confidente que ofrece una respuesta pura y consoladora tanto para detalles como para nuestras grandes decisiones trascendentes.

El libro diviniza la vida y muestra el camino, permitiendo hacer frente a todo.

El hombre noble le pregunta con palabras al I Ching cuando tiene que hacer algo y puede conocer el porvenir. Se trata de una comunicación con el propio subconsciente que puede transmitir la información a la conciencia mediante la utilización de tres monedas o en su defecto palillos.

El subconsciente es el que hace aparecer los hexagramas porque la conciencia entorpece esta comunicación.

El I Ching respeta dos leyes importantes, el concepto de simultaneidad espacio temporal, ( todos los sucesos que ocurren en el mismo momento están relacionados y conociendo uno se conoce al otro) ; y la noción de inconsciente colectivo, (las imágenes arquetípicas que comparte toda la humanidad y la memoria de la totalidad de la experiencia humana física y psíquica).

El I Ching ha atraído a matemáticos como Leibniz y por filósofos y psicólogos como Jung.

El I Ching es chino, útil y universal y sirve para conocer la respuesta a cualquier interrogante.

El procedimiento es el siguiente: Se toman tres monedas comunes o las especìficas que consiguen fàcilmente. El lado del sello es yin y vale dos y el lado de la cara es yang y vale tres.

Las monedas se tiran juntas con una sola mano seis veces y se anota el total cada vez.

- Cara + cara + cara = 2 + 2 + 2 = 6, una línea ying que se convertirá en yang.
- Cara + cara + sello = 2 + 2 + 3 = 7, una línea yang que no se transforma.
- Cara + sello + sello = 2 + 3 + 3 = 8, una línea yin que no se transforma
- Sello + sello + sello = 3 +3 + 3 = 9, una línea yang que se transforma en yin.

Cada lanzamiento de las monedas se dibujan las seis líneas del hexagrama que se forma de abajo hacia arriba, señalando las líneas seis y las líneas nueve.

Se lee el análisis (la tradición china y el comentario).

Se lee el consejo para actuar (Líneas seis y nueve)

Se dibuja el hexagrama futuro transformando los seis en ocho y los nueve en siete.

Se lee el resultado futuro de su acción (tradición china y comentario)

Todo esto lleva apenas cinco minutos si se entiende bien la técnica.

Parece fácil, sin embargo, a mi misma me cuesta comprenderlo y confieso que tendría que sentarme a probar con las monedas y releer varias veces las instrucciones del libro. artículo.

De todos modos el propósito de este artículo es transmitir una información que puede ser de interés y no enseñar la técnica, la cual se puede encontrar en cualquier libro sobre este tema o a través de Google.

Malena
Fuente: “I Ching”; Marielle-Frederique Turpaud