El Trabajo en Equipo


Los seres humanos hasta ahora, tienden a ser individualistas y pensar en función a la información que perciben del exterior y de su experiencia, sin embargo existe un modelo matemático que demuestra que existe un principio común de comportamiento colectivo.

Muchas especies animales sólo pueden solucionar sus problemas cuando trabajan en equipo; por ejemplo las hormigas siguen el camino hacia la fuente de comida guiadas por las señales de feromonas que cada una de sus compañeras deja tras de sí; mientras una hormiga aislada jamás lograría alcanzar esa meta.

Las hormigas son un ejemplo, pero el comportamiento común existe en casi todos los animales; o sea que los individuos de cada especie utilizan para comportarse, además de su propia percepción, las señales que reciben de la conducta de los demás.

La experiencia común puede demostrar que el trabajo en grupo mejora la capacidad de tomar buenas decisiones.

Un animal en forma individual se puede enfrentar a situaciones de peligro que no logra detectar con precisión pero si percibe que el resto de sus iguales huye despavorido de ese lugar, esa señal le sirve para confirmar sus sospechas y salvarse. O sea, que la información que le brinda el entorno más la evaluación adicional que le proporciona el resto de los individuos de su grupo mejora su decisión.

Los seres humanos pertenecen a la especie que se caracteriza por brindarle culto a la personalidad y por hacer caso omiso de lo que piensa el resto, por eso tiene que entrenarse para trabajar en equipo, ya que espontáneamente son individualistas y tienden a rechazar las opiniones de otros.

Además, las personas no pueden ser suficientemente objetivas, ya que estudios científicos demuestran que se puede diferenciar cuáles son los aspectos de las conductas humanas más generales y cuáles están determinados por su cultura, sus situaciones particulares, por sus experiencias personales, su ideología, su carácter, etc.

Incluso la tecnología podría aportar su capacidad de recopilación de datos y su funcionamiento racional para ayudar al hombre a tomar mejores decisiones frente a situaciones difíciles, si los que ejercen el liderazgo tuvieran la suficiente humildad de reconocer sus limitaciones.

Mientras tanto, para que los seres humanos se acostumbren a trabajar en equipo y así aprovechar al máximo la capacidad de cada individuo, tienen que recibir entrenamiento específico a nivel de empresas, en la política, en la enseñanza y en todas las áreas que contemplan la participación de varias personas que se unen para realizar un proyecto común.

El estudio de la dinámica de grupo sirve para detectar las fallas que presenta un grupo de trabajo, de estudio o de investigación; e intenta corregirlas, tratando que cada individuo se despoje de su necesidad de defender su posición en el grupo y se centre en el cumplimiento de los objetivos.

Los fenómenos de grupo presentan la característica de que cada persona que participa se preocupa más por demostrar que es diferente del resto que en lograr descubrir los puntos comunes que los unen para conseguir cumplir el propósito que tienen en común.

Las organizaciones muchas veces fallan cuando los encargados de la toma de decisiones se manejan en forma individualista y autocrática, en general para probar a los demás y convencerse también a sí mismos de su capacidad y eficacia, desconociendo los conocimientos que pueden aportar quienes se especializan en los distintos temas que los ocupan con mayor idoneidad y mejor criterio.

Malena
Fuente: “Mente y Cerebro”; No.62/2013; “Decisiones en grupo”; Sara Arganda, Alfonso Perez Escudero y Gonzalo G. de Polavieja; Instituto Cajal, CSIC; Madrid.