El estrés postraumático es una afección que se caracteriza por la manifestación de incapacidades y trastornos psicofísicos que se correlacionan con la perturbación de funciones neurobiológicas. Este trastorno puede presentarse incluso mucho después de haber ocurrido el suceso traumático.
El trauma no los producen las situaciones de estrés cotidianas, sino hechos que se experimentaron con intensa emoción y que han puesto en peligro la integridad física de una persona, como por ejemplo haber vivido una guerra, un accidente grave, haber sido la víctima de una violación o de cualquier otra situación de violencia extrema.
Las personas que sufren de estrés postraumático vuelven a revivir las experiencias traumáticas como si estuvieran ocurriendo en el presente, pueden tener pesadillas, estar tristes, irritables, desmemoriados, experimentar trastornos cognitivos, desapego e indiferencia emocional y también síntomas físicos.
El tratamiento es complejo e incluye tratamiento farmacológico y psicoterapia cognitiva conductual.
Este trastorno afecta aproximadamente a un ocho por ciento de la población pero ese porcentaje se eleva a 25% cuando se produce una catástrofe o una guerra.
Algunos sobrevivientes de una guerra no vuelven a ser nunca los de antes, les resulta difícil insertarse nuevamente en la sociedad, conseguir trabajo y vivir normalmente.
El estrés postraumático modifica el ritmo del sueño, produce cambios en el cerebro reduciendo el tamaño de algunas áreas y alteraciones de la función del sistema neuroendócrino.
(Continúa Trastorno de ansiedad – Obsesivo Compulsivo)
Malena
Fuente: “Usar el Cerebro”; Facundo Manes, Mateo Niro.
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