El Síndrome de Don Fulgencio



“Don Fulgencio”, el hombre que no tuvo infancia, fue protagonista de una tira cómica que se publicó en diarios y revistas durante muchos años.

Fue un personaje creado por Lino Palacios, destacado dibujante argentino.

“Don Fulgencio” cobró tal notoriedad que también fue trasladado al cine inspirando la realización de una película a mediados del siglo pasado, protagonizada por el conocido y famoso actor cómico Enrique Serrano.

Este típico personaje, aparecía en las tiras cómicas como un hombre de negocios ya maduro, obeso, con anteojos, vestido de traje y corbata, pero con las actitudes de un niño.

En la actualidad, los rasgos característicos de “Don Fulgencio” vuelven a la memoria de quienes lo conocimos, porque aunque tipos como él siempre existieron y existirán, refleja con bastante fidelidad el comportamiento usual infantil de gran parte de los hombres y mujeres adultos de esta época.

Los años no pasan en vano, sin embargo, algunas personas, por distintas razones, no pueden crecer psicológicamente en la misma medida que sus cuerpos.

Estos hombres y mujeres, a mi entender, sufren el síndrome de “Don Fulgencio”, el hombre que no tuvo infancia. Pueden ser seductores y hasta agradables, pero también muy egoístas, dependientes, irresponsables y hedonistas, con muy escasa capacidad para comprender a los demás, para percibir sus necesidades, y para comportarse como si no hubieran tenido oportunidad de vivir adecuadamente su etapa infantil.

En algunos casos, eso puede ser cierto, pero no siempre esta conducta despreocupada e insensible refleja carencias materiales o afectivas en la infancia ni son el resultado de haber asumido responsabilidades en una etapa precoz. A veces se trata de personas que han tenido exceso de gratificaciones en su niñez y desean continuar viviendo de la misma manera.

El mundo de estas personas empieza y termina en ellas mismas, sin embargo, a pesar de dedicarse exclusivamente a satisfacer todos sus caprichos, nunca están satisfechas ni tampoco sienten que estén listos para ninguna de las obligaciones y responsabilidades propias de un adulto.

Algunos no se sienten preparados para trabajar, otros no pueden decidirse a vivir solos ni a tener pareja estable, están quienes no se sienten listos para tener un hijo o para desempeñar cargos de mayor importancia, si es que trabajan.

Las mujeres, por lo general, desde niñas, suelen ser más maduras que los hombres, sin embargo también pueden sufrir del síndrome de “Don Fulgencio”, resistiéndose al paso de los años y comportándose siempre como adolescentes.

Los personajes de las tiras cómicas tratan de reflejar la realidad en forma exagerada, a veces de una manera humorística y otras a través de criaturas siniestras que dan miedo, sin embargo, la realidad sigue superando a la ficción.

“Don Fulgencio” es ingenuo, infantil, y se niega a crecer porque siempre se considera un niño al que hay que cuidar, consolar, apoyar y darle todo lo que quiere, aunque él sea desagradecido e insaciable

Malena