Neurosis y Psicosis - Psicología Malena Lede




"Un neurótico es el que crea un castillo en el aire, un psicótico es el que vive en él y un psiquiatra es quien cobra el alquiler"

Sigmund Freud describe al psiquismo como un aparato psíquico formado por el Yo, el Super Yo y el Ello; instancias dinámicas con la capacidad de transmitir y transformar energía.

Este aparato psíquico, que Freud toma como modelo, tiene la función de mantener la energía interna en equilibrio.

El Yo, que se encuentra en una situación intermedia entre el Super Yo, o sea la realidad, y el Ello, que representa los instintos; tiene múltiples dependencias y también la tendencia a servir a sus dos amos al mismo tiempo.

Por lo tanto, desde este encuadre teórico, la neurosis es el resultado de un conflicto entre el Yo y el Ello; y en la psicosis el conflicto es entre el Yo y el Super Yo, o sea la conciencia moral o las exigencias del mundo exterior.

En las neurosis, el Yo se defiende de la tendencia instintiva mediante el mecanismo de la represión, que busca un camino sustitutivo que es el síntoma, contra el cual el Yo no tiene poder alguno.

Sin embargo, el Yo continúa luchando contra el síntoma que amenaza con alterar el equilibrio psíquico, entra en conflicto con el Ello que a su vez está al servicio del Super yo o la realidad, lo que da como resultado una neurosis.

En las Psicosis, la perturbación se origina en la relación entre el Yo y el mundo exterior; por ejemplo, en la demencia aguda, cesa por completo la percepción del mundo exterior, se anula su significado interno o carga, el Yo crea un nuevo mundo exterior e interior propio con las tendencias del Ello, por considerar intolerables las imposiciones de la realidad, y pierde el interés por el mundo externo.

Este estado tiene una gran similitud con los sueños normales; y en cuanto a los delirios son una tentativa de curación o de reconstrucción.

El origen común de una psiconeurosis o una psicosis es siempre la privación, por no haberse cumplido alguno de los deseos infantiles profundamente arraigados que jamás se pudieron dominar.

Tanto las neurosis como las psicosis tienen su origen en su conflicto con las instancias dominantes, como el Ello o el Super Yo; o sea que representan un fracaso de la función del Yo, el cual, no obstante, hace denodados esfuerzos en conciliar las distintas exigencias.

Freud se pregunta cómo consigue el Yo de las personas que no enferman superar tales conflictos que continuamente tienen que enfrentar, y considera que es posible que puedan existir los más diversos factores, que no llegó a investigar.

Por ahora, la resolución de estos conflictos dependerá sin duda del monto de las energías que luchan entre sí y del ingenio del Yo para evitar un desenlace que lo perjudique, tolerando los daños que se produzcan en su integridad e incluso disociándose en algunos casos para defenderse.

Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Neurosis y Psicosis”; 1923- 1924.