Publicado el 2015/08/01 por Psicóloga Malena Lede
Teoría y práctica de la interpretación de los sueños - Psicología Malena Lede
Desde la teoría psicoanalítica, existen distintas técnicas para el análisis de un sueño.
Una de ellas es dejar que el mismo soñante realice las asociaciones de las imágenes soñadas en orden cronológico.
Otra forma es tomar uno de los elementos del sueño, que puede ser el más relevante o más llamativo, o bien se puede partir de las palabras que se recuerdan, que pueden estar relacionadas con lo dicho durante el día previo.
También se le puede preguntar directamente al soñante, si el sueño narrado está asociado a alguna experiencia vivida el día anterior.
Por último, si se trata de una persona familiarizada con la interpretación de los sueños, se le puede preguntar con qué asociaciones desea empezar.
Sabiendo que los soñantes ofrecerán resistencias de distinta intensidad a la labor de interpretar su sueño, se les pueden aclarar el significado de algunos de los símbolos más significativos que aparecen en el contenido manifiesto.
El objetivo de la interpretación onírica, es descubrir cuál es el deseo inconsciente que esconde cada sueño.
Si la resistencia es alta, las asociaciones que hará el soñante serán superficiales y no alcanzarán profundidad, en cambio si es moderada, se puede lograr interpretar el contenido manifiesto de los sueños con mayor facilidad; aunque se reconoce que algunos sueños durante el análisis son imposibles de traducir.
La interpretación de un sueño tiene dos etapas, la traducción y luego la deducción.
Un sueño es un pensamiento deformado por una menor censura que en la vida diurna y con mayor posibilidad de acceso al inconsciente.
Los sueños de curación que parecen haberse hecho posibles rápidamente, como por ejemplo la superación de una fobia o el abandono de un vínculo afectivo, son una forma que tiene el soñante de evadirse de elementos desagradables que están próximos a surgir en el análisis, revelando al poco tiempo que se trata de una mejoría transitoria.
Los sueños pueden ser ambivalentes y también pueden ser influidos por el proceso terapéutico, por lo que exigen tener en cuenta el resto de las manifestaciones para deducir el verdadero estado del conflicto. Sin embargo, la elaboración onírica nunca puede ser influida y todo sueño verdadero contiene signos de los deseos reprimidos.
Para eludir la influencia en los sueños de la acción terapéutica, en los pocos casos que dificulte el proceso, se pueden analizar los sueños previos al análisis hasta que el tratamiento haya aflojado la represión.
Es frecuente también que la deformación onírica, debido a la censura, contenga elementos que en algún sentido sólo se refieren a escenas del pasado del soñante, que sólo evocan vivencias olvidadas de la infancia. Éstos son los sueños confirmadores que no surgen del inconsciente y que a veces son los únicos que aparecen en el análisis.
La censura onírica, que torna confuso el contenido del sueño, representa la resistencia interior que deforma las tendencias instintivas primarias del sueño para responder a valores éticamente superiores.
Los sueños que parecen ser pensamientos virtuosos, bondadosos y equitativos no tienen relación alguna con el verdadero contenido del sueño. También en la vida diurna nos comportamos frente a los otros de una manera diplomática pero podemos pensar de otra forma.
Por esta razón, algunos sueños nos pueden parecer insensatos, disparatados y no tener ningún sentido, sin embargo, tienen mucho sentido, sólo que el verdadero sentido está oculto en las profundidades de la psique.
Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Teoría y práctica de la interpretación onírica”.(1922-1923)
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Hola, Malena! 🙂 Tuve un sueño hace unas horas, bueno, parece de hace menos tiempo. Me acabo de despertar.
ResponderEliminarAhí va.
Soñé que iba caminando debajo de un precipicio. El precipicio tenía una barandilla donde los niños comían pipas de girasol. Y las cáscaras me caían encima. Me tenían la cabeza llena de cáscaras. Los niños se divertían. A cada rato tenía que sacudirme las cáscaras de pipas del pelo. Imaginé que habían niños que escupían también.
Me salí de debajo de allí, por una escalera. Y estaba en el paseo donde estaban los niños. Una mujer me agarró del brazo, quería ser mi amiga. Me junté a ella.
Tenía dos niños, niño y niña, ella, como si estuvieran mal de la cabeza. Quietos y reprimidos.
Compramos una cosa para los niños en la tienda. Yo miraba a la niña mientras compraba ella en el mostrador. Tenía el pelo ralo. La cabeza con poco pelo. Era una niña de unos nueve años.
Y ya no recuerdo más del sueño...
En la realidad, ayer chatee con una amiga que le pasa lo mismo que a mi hace veinte años. Tiene fobia social. Tiene miedo a ser juzgada. Se cree criticada en la calle. Que todos allí la critican. Se siente mal allí. Solo en la habitación se siente mas a gusto. Con lo que conoce, y a salvo de lo que no conoce. Ella padece psicosis. Lleva diez años encerrada voluntariamente en la habitación. Solo por el ordenador se comunica con el mundo. Menos mal que tiene a la madre. Con sus hermanas no se lleva, sino con una.
Yo pasé por la fobia social. Aunque no me encerré iba a estudiar a la ciudad. Cada uno tiene sus límites. Ahora recuerdo gente que me juzgaba cuando le decía lo que me pasaba. Gente ignorante. Que da ganas de imitar ahora.
Siento energía negativa en la nuca. En el cuello por detrás. Hay que tener cuidado con lo que se piensa. Si no te proteges de la energía negativa te puede hacer daño.
Es algo para que vayas por un camino y no te salgas? Es brujería?
La energía negativa es destructiva. El odio, los celos, la envidia...la incomprensión.
El miedo a la enfermedad mental.
Bueno, hasta luego
Pablo Manuel
hola Pablo, tu sueño se relaciona con el sentimiento de inferioridad, con la idea de no ser querido, de ser despreciado, pero la única realidad es que eres tu el primero que se desprecia porque no somos tan importantes como para que el resto de mundo que nos rodea nos esté siempre mirando. saludos, malena
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