Teoría y práctica de la interpretación de los sueños - Psicología Malena Lede




Desde la teoría psicoanalítica, existen distintas técnicas para el análisis de un sueño.

Una de ellas es dejar que el mismo soñante realice las asociaciones de las imágenes soñadas en orden cronológico.

Otra forma es tomar uno de los elementos del sueño, que puede ser el más relevante o más llamativo, o bien se puede partir de las palabras que se recuerdan, que pueden estar relacionadas con lo dicho durante el día previo.

También se le puede preguntar directamente al soñante, si el sueño narrado está asociado a alguna experiencia vivida el día anterior.

Por último, si se trata de una persona familiarizada con la interpretación de los sueños, se le puede preguntar con qué asociaciones desea empezar.

Sabiendo que los soñantes ofrecerán resistencias de distinta intensidad a la labor de interpretar su sueño, se les pueden aclarar el significado de algunos de los símbolos más significativos que aparecen en el contenido manifiesto.

El objetivo de la interpretación onírica, es descubrir cuál es el deseo inconsciente que esconde cada sueño.

Si la resistencia es alta, las asociaciones que hará el soñante serán superficiales y no alcanzarán profundidad, en cambio si es moderada, se puede lograr interpretar el contenido manifiesto de los sueños con mayor facilidad; aunque se reconoce que algunos sueños durante el análisis son imposibles de traducir.

La interpretación de un sueño tiene dos etapas, la traducción y luego la deducción.

Un sueño es un pensamiento deformado por una menor censura que en la vida diurna y con mayor posibilidad de acceso al inconsciente.

Los sueños de curación que parecen haberse hecho posibles rápidamente, como por ejemplo la superación de una fobia o el abandono de un vínculo afectivo, son una forma que tiene el soñante de evadirse de elementos desagradables que están próximos a surgir en el análisis, revelando al poco tiempo que se trata de una mejoría transitoria.

Los sueños pueden ser ambivalentes y también pueden ser influidos por el proceso terapéutico, por lo que exigen tener en cuenta el resto de las manifestaciones para deducir el verdadero estado del conflicto. Sin embargo, la elaboración onírica nunca puede ser influida y todo sueño verdadero contiene signos de los deseos reprimidos.

Para eludir la influencia en los sueños de la acción terapéutica, en los pocos casos que dificulte el proceso, se pueden analizar los sueños previos al análisis hasta que el tratamiento haya aflojado la represión.

Es frecuente también que la deformación onírica, debido a la censura, contenga elementos que en algún sentido sólo se refieren a escenas del pasado del soñante, que sólo evocan vivencias olvidadas de la infancia. Éstos son los sueños confirmadores que no surgen del inconsciente y que a veces son los únicos que aparecen en el análisis.

La censura onírica, que torna confuso el contenido del sueño, representa la resistencia interior que deforma las tendencias instintivas primarias del sueño para responder a valores éticamente superiores.

Los sueños que parecen ser pensamientos virtuosos, bondadosos y equitativos no tienen relación alguna con el verdadero contenido del sueño. También en la vida diurna nos comportamos frente a los otros de una manera diplomática pero podemos pensar de otra forma.

Por esta razón, algunos sueños nos pueden parecer insensatos, disparatados y no tener ningún sentido, sin embargo, tienen mucho sentido, sólo que el verdadero sentido está oculto en las profundidades de la psique.

Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Teoría y práctica de la interpretación onírica”.(1922-1923)