La Pareja-Los hombres no se buscan, se encuentran-Psicología Malena Lede



Estamos viviendo una época de distorsión de roles, los hombres se comportan como mujeres y las mujeres como los hombres.

Es cierto que las mujeres históricamente han sido culturalmente postergadas durante mucho tiempo; pero el hecho de haber recuperado el lugar que les corresponde, no tiene que ser aprovechado para arrebatarles su rol a los hombres.

El hombre actual ha perdido su rol de único sostenedor de su familia y la imagen de autoridad para sus hijos y su respuesta a este estado de cosas es su falta de compromiso.

Compartir la responsabilidad del mantenimiento del hogar representa un gran alivio para el hombre, sin embargo, su respuesta en general es evitar las relaciones formales.

Una mujer no tiene que dejar de ser una verdadera mujer para vivir su vida plenamente porque como mujer puede aspirar a obtener los mayores logros y cumplir su propósito; pero sin descolocar al hombre si es que no desea que éste pierda interés.

Sin embargo, siguiendo con esta tendencia masculina, las mujeres son cada vez más agresivas y se atreven a tomar la iniciativa. Buscan a una pareja abiertamente y de frente, dejando a los hombres mal parados.

La sugerente conducta de seducción de la mujer que atraía al hombre con sus encantos, se ha transformado en un franco encuentro entre dos individuos difíciles de identificar que tienen como propósito común, copular.
Ese acto sexual que los unirá sin apenas conocerse, será el que poco tiempo después los separe.

La sexualidad es la consecuencia del amor no el inicio, porque es el sentimiento el que hace posible que el acto sexual tenga un significado humano y que esa atracción perdure en el tiempo.

Como en el principio de los tiempos, es la mirada sugerente la que atrae a un hombre y no el avance agresivo; porque esta actitud propiamente masculina inhibe la respuesta sexual del hombre heterosexual.

La seducción no significa pasividad, sino el comienzo del juego amoroso en el que armónicamente un hombre y una mujer se encuentran, cuando están atentos y dispuestos y aprovechan la oportunidad que se les presenta.

Los roles del hombre y la mujer son diferentes y no existe entre ellos una relación de jerarquía, porque ninguno de los dos roles es más importante que el otro.

Los roles son papeles que se desempeñan y cuando no se respetan se producen los conflictos.

Asumamos con la mayor dignidad los roles sociales que nos corresponden y respetemos los de los otros; es la mejor forma de ver a sus hijos crecer sanos y felices.

Malena