La ansiedad y la función intestinal - Psicología Malena Lede




La ansiedad es la respuesta normal a situaciones de peligro, es importante cuando la amenaza es real porque incrementa los recursos para defenderse, pero es patológica cuando persiste a lo largo del tiempo sin causa aparente.

La ansiedad afecta el comportamiento, causa trastornos emocionales y produce estrés.

Investigaciones científicas muestran que la ansiedad puede estar relacionada con el funcionamiento de la flora intestinal.  

En efecto, el cuerpo cuenta con dos cerebros, uno en el cráneo y otro en el intestino que se denomina sistema nervioso entérico.

Una flora intestinal con una apropiada cantidad de bacterias beneficiosas para la digestión, como las que contiene el yogur, es también sumamente importante para el normal funcionamiento del cerebro, para  el equilibrio psicológico y el buen estado de ánimo.

El intestino y el cerebro se influyen recíprocamente,  el funcionamiento intestinal puede afectar la salud mental y la mente puede influir el cerebro.

Las bacterias que se encuentran en los intestinos pueden disminuir la resistencia normal a determinadas enfermedades e incluso alterar la personalidad.

La alimentación moderna, los antibióticos, el estrés, el alcohol, el tabaco y la polución ambiental son algunos de los factores que pueden producir cambios perjudiciales en la flora intestinal.

Las técnicas de relajación y de respiración profunda producen efectos físicos sobre la mente, que es la que se encarga de enviar sus beneficios a todo el cuerpo.

Además de estas técnicas, para mantener el cuerpo y la mente en equilibrio es necesario llevar una vida sana, dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente, conectarse con otras personas, disponer de tiempo para el esparcimiento, disfrutar de la naturaleza, hablar con alguien de las cosas que producen preocupación y pensar en positivo.

Las estadísticas indican que existen alrededor de cuarenta millones de personas adultas que sufren de ansiedad sin amenazas reales,  con la consecuente disminución de su calidad de vida.

Los medicamentos tradicionales sin prescripción médica pueden causar adicción y causar efectos secundarios indeseados, como pérdida de memoria, fractura de huesos, confusión y mareos.

Estos trastornos se pueden evitar si se puede ser capaz de replantear  prioridades, de vivir una vida menos acelerada, de moderar las aspiraciones y de no abusar de la resistencia del cuerpo; intentando volver a la naturaleza e imitar a los animales, que hacen una cosa a la vez con la mayor serenidad y sin preocuparse.

Malena Lede - Psicóloga