La duda es indecisión, dificultad para comprometerse
con lo que se ha elegido libremente.
Tomar una decisión es difícil porque es también un
compromiso y una responsabilidad porque mi obrar no solo me compromete a mi mismo
sino a toda la humanidad, ya que con mi
proceder estoy habilitando a todos los demás a hacer lo mismo.
El compromiso nos hace responsables de lo que hemos
elegido y esa responsabilidad nos produce angustia, porque somos libres, estamos
solos y no tenemos ninguna excusa.
Estamos condenados a elegir y esto produce angustia,
porque estamos también eligiendo al mundo entero, lo que nos obliga a hacer
siempre actos ejemplares.
La angustia es la que no nos permite tomar
decisiones, es la angustia que sienten todos los que asumen responsabilidades.
Y si no elegimos también estamos eligiendo, elegimos no elegir; y si pedimos consejo
también estamos eligiendo, elegimos al consejero que sabemos lo que nos va a
aconsejar.
Sólo nos queda confiar en nuestros instintos, porque
el valor de los afectos sólo lo definen los actos.
El desamparo y la desesperación es el hecho de tener
que elegir nuestro Ser a cada instante y no poder responsabilizar a ningún otro.
El hombre es el resultado de sus acciones, es lo que
hace, es el producto de sus elecciones y va dibujando su figura en la medida
que se realiza, y los otros son tan necesarios como él mismo porque el hombre
se elige en relación con los otros.
Para el Existencialismo corresponde a cada uno darle
un sentido a la vida y ese sentido personal es el que le dará el valor a su
vida.
Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “El existencialismo es un humanismo”; Jean
Paul Sartre.
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!