Además de contar con el sistema médico tradicional, centrado
en la curación del cuerpo; la búsqueda del bienestar humano ha logrado que sean
aceptados otros métodos curativos no convencionales que han demostrado a lo
largo de muchos años ser una solución, no sólo para restablecer la salud del
cuerpo sino también para recobrar la armonía entre el cuerpo, la mente y el
espíritu.
La homeopatía, contempla al paciente en su
totalidad, sus enfermedades, estados de ánimo, costumbres y estilo de vida y
utiliza distintas técnicas que intentan eliminar los aspectos que alteran su
bienestar, mediante el refuerzo de las defensas naturales del cuerpo.
Para la homeopatía no existen enfermedades sino
enfermos, cada uno con una patología única y distinta, aunque padezcan de la
misma dolencia.
El objetivo de la homeopatía es restablecer la energía
vital del sujeto con sustancias que no provocan efectos colaterales.
El principio de semejanza en que se basa la
homeopatía, parte del supuesto que las enfermedades pueden ser curadas con una
sustancia que, en dosis infinitesimales, puede producir en individuos sanos los
mismos síntomas que la enfermedad y habiéndose comprobado que pequeñas dosis de
medicamento ejercen sobre el sistema de defensa del organismo una acción
positiva, tratamiento totalmente opuesto a las prácticas médicas
convencionales.
Cabe destacar que la idea de tratar lo semejante con
lo semejante también se encuentra instrumentada por la medicina tradicional
para el tratamiento del cáncer con quimioterapia, medicamento tóxico que
destruye las células y que también es canceroso.
La ley de curación homeopática representa el proceso
que promueve la recuperación del cuerpo a partir de la mejoría que experimenta
el paciente, el buen funcionamiento de sus órganos vitales, su equilibrio
emocional y finalmente la desaparición de las patologías de la piel, las
mucosas y las articulaciones; o sea que la curación es de adentro hacia afuera
y de un órgano vital hacia otro secundario.
Aunque la homeopatía no pudo descifrar cuál es la
causa última de las enfermedades, reconoce que existe un factor en los seres
vivos que no es ni material ni energético, o sea un principio vital encargado
de sostener y armonizar las funciones de todo ser vivo, que sin participación del pensamiento pueden desequilibrarse, debido a influencias externas o internas.
Los medicamentos homeopáticos actúan primero sobre el principio vital y luego sobre los órganos afectados.
Las dosis infinitesimales responden a la teoría de
la materia que sostiene que esa dilución extrema es la que hace posible la liberación de la
reserva de energía que contienen los átomos, provocando que la importancia de
sus efectos físicos sea mayor que la acción casi nula de sus componentes químicos.
En América, países como Canadá y México consideran a la
Homeopatía un método de curación oficial; y en Europa, es una práctica
plenamente aceptada, principalmente en Inglaterra y Francia.
Para más datos sobre la difusión en el mundo del
ejercicio de esta práctica, se pueden consultar las más recientes estadísticas.
Malena Lede - Psicóloga
Fuente: "Homeopatía práctica - Una alternativa eficaz para conservar su salud" Javier Xuaráu
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!