1º DE MAYO - DÍA MUNDIAL DEL TRABAJO - Psicología Malena Lede




El trabajo enaltece a los seres humanos, forma parte del sentido de sus vidas, los hace dignos, les permite ser independientes y participar en la sociedad en que viven.

Toda persona tendría que tener la oportunidad de formarse en la clase de trabajo que le permita realizar su verdadera vocación, por eso es muy importante estudiar o capacitarse en tareas asociadas con las propias motivaciones y los propios proyectos personales.

La frustración sobreviene cuando las personas se dejan influenciar por lo que hacen otros y deciden hacer lo mismo,  ignorando el desafío de atreverse a ser ellas mismas.

El deseo de éxito y de trascender el anonimato puede llevar a muchos a malograr sus vidas tratando de imitar a las personas con quienes se identifican; pero cada persona es única e irrepetible y tiene un propósito en su vida distinto.

Reconocer ese propósito es la base del autoconocimiento y poder desarrollarlo es lo que hace posible alcanzar la plenitud y la realización personal.

Más que cualquier otra cosa, el trabajo, fruto de la propia vocación, es el que nos permitirá dejar una huella en esta vida, para que algunos nos puedan recordar con afecto y gratitud.

Si amamos lo que hacemos estamos seguros de estar cumpliendo nuestro destino y de que nuestra vida no fue en vano.

¿Qué es lo que podemos hacer mejor que otros? ¿Qué es lo que nos sale bien sin demasiado esfuerzo?
¿Qué es lo que los demás necesitan y nosotros podemos hacer para satisfacerlos?

Cada individuo siempre es bueno para algo y se podría destacar, sentirse orgulloso de sí mismo, ayudar a otros y hacer de este mundo un lugar mejor, haciéndolo.

No tenemos una sola vocación, felizmente tenemos varias; elijamos entonces la que más se ajusta a las necesidades de la sociedad, para poder colaborar en su crecimiento e incrementar el bienestar de todos y también para incentivar a nuestros hijos a hacer lo mismo.


Malena Lede - Psicóloga