ME DEJÓ POR SU EX - http://psicologia-malenalede.blogspot.com


Las relaciones de pareja estable, que han durado algunos años, son difíciles de olvidar, aun cuando estén plenamente justificadas, como cuando se sufren castigos corporales.

Una condición de maltrato puede atentar contra una nueva relación más sana y equilibrada;  porque la ausencia y la distancia  hacen que los malos momentos se borren de la memoria y se idealice el antiguo vínculo.

Es necesario que las personas que se encuentran en esta situación tomen conciencia de por qué se separaron de sus anteriores parejas y traten de recuperar la memoria de las numerosas frustraciones vividas, los malos ratos, los experiencias por las que tuvieron que pasar tanto ellas como sus hijos, si los hubiera, lo difícil que fue lograr separarse, los problemas económicos que implicó y la consecuente separación de bienes que casi siempre perjudica al más vulnerable.

Además, una separación difícilmente se logra en buenos términos, de manera que puede generar mucho resentimiento y deseos de venganza por parte de quien sufre el abandono.

¿Cuántos hechos de sangre llegamos a conocer a diario a través de los medios de comunicación? No son pocos los hombres que matan a toda su familia y luego se suicidan o que matan a su mujer dejando a sus hijos sin madre.

¿Qué pasa después con esos hijos que han tenido que vivir esa experiencia? Difícilmente puedan tener una vida normal y es muy probable que jamás consigan tener su propia familia.

Las personas que no pueden evitar repetir esas historias, creen que no se merecen ser felices, que necesitan ser castigadas y peor que eso, se han condicionado a tener relaciones sado-masoquistas o sea, a obtener placer después del castigo ya que lo más frecuente es que después de una feroz golpiza esa pareja haga las paces en la cama. Es por esta razón que las relaciones tormentosas son difíciles de superar porque se retroalimentan con los golpes.

Además de existir el riesgo de volver a crear el mismo típo de vínculo, ya que siempre atraen los opuestos, haber renunciado a los proyectos y objetivos personales, hace que la mujer proyecte su propia culpa en el hombre y provoque situaciones de tensión y violencia.

Hoy en día, tener marido e hijos  puede no ser suficiente para una mujer, incluso ni siquiera necesario, pero no se trata tampoco de renunciar a ello, sino de armonizar con inteligencia ambos proyectos y emprender el desafío de convertirse en una mujer plena.

Claro que no es tarea fácil, pero ¿quién dice que sea fácil?  Es difícil pero nunca imposible.

Malena Lede - Psicóloga