La técnica de la imaginación guiada es una práctica de visualización que puede resultar
muy útil en casos de pacientes que han sufrido
experiencias traumáticas que han provocado un deterioro de su autoestima
y de su autoimagen corporal.
Es una forma de depuración mental que alivia la
sensación de sentirse sucio y los sentimientos de asco que presentan
particularmente las víctimas de abuso sexual.
Estas personas que han vivido esas experiencias en
la infancia, es frecuente que mencionen que se sienten sucias o contaminadas.
Esta sensación también produce problemas de relación
y también la obsesión por lavarse.
Estudios realizados por escuelas de orientación
conductista centradas en la modificación de la conducta, indica que una terapia
de imágenes mentales en la que participan la lógica y la emoción puede aliviar
esos sentimientos negativos que irrumpen en la mente produciendo
comportamientos obsesivos.
En la Universidad Goethe, en Francfort del Meno,
Kerstin Jung y Regina Steil, practicaron una psicoterapia breve de objetivos
limitados que incluía solamente dos sesiones, una inicial y otra de refuerzo.
Luego de exponer en detalle sus pensamientos, los
pacientes que participaron explicaban lo que sentían, cuándo y dónde los
dominaban esas ideas y en qué medida sus vidas se veían afectadas.
Se les indicó a cada uno que se ocupara en
informarse por Internet sobre el tiempo que necesitan las células de todo el
cuerpo para renovarse y luego que trataran
de calcular cuántas veces las células de las partes de sus cuerpos afectadas
por el suceso traumático se habían renovado.
De esta forma, los pacientes pueden tomar conciencia
tanto lógica como emocionalmente de que ninguna de las células de su cuerpo actual
participó de esa experiencia.
También se les indicó que realizaran el ejercicio de
imaginarse que podían despojarse de la piel contaminada como si se estuvieran
desvistiendo y que la cambiaban por otra.
Se pudo observar que este tratamiento redujo
sensiblemente los sentimientos de suciedad y asco de las víctimas de abuso
sexual y los síntomas de los trastornos postraumáticos.
Por lo tanto se llegó a la conclusión que la
información objetiva y las imágenes mentales pueden modificar las emociones resultando
útiles para el tratamiento de estos trastornos.
Malena Lede – Psicóloga
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