GENEROSIDAD Y FELICIDAD - Psicología Malena Lede


Aún en los países más pobres del mundo las personas son más felices cuando tienen gestos de generosidad, como gastar dinero para actos de caridad, hacer un regalo, trabajar gratis para ayudar a quienes lo necesitan,  o tratando de distintas maneras de hacer felices a los demás.

La relación entre gastar dinero y sentirse mejor es un fenómeno mundial que se da incluso en personas que cuentan con escasos recursos para sí mismos.

Esta afirmación tiene bases científicas, porque se apoya en una encuesta realizada a doscientas mil personas adultas de 36 países, quienes confirmaban sentir un gran bienestar cuando donaban algunas de sus pertenencias o dinero.

Además, el sentimiento altruista es contagioso y esto también se ha podido confirmar mediante numerosos estudios.  Un acto de bondad por parte de una persona induce a otros a hacer lo mismo.
Estos experimentos han reforzado la idea de que la felicidad que se obtiene al ayudar a otros es un rasgo humano universal.

Ayudar es una acción más espontánea que actuar con codicia ya que esta última requiere una intención premeditada para lograr el propio beneficio.

Los científicos opinan,  a la luz de sus investigaciones, que la satisfacción de dar produce una sensación de recompensa inmediata en nuestro cerebro que ha contribuido a la supervivencia.

Nunca la humanidad hubiera sobrevivido si los seres humanos se hubieran tenido que arreglar solos, de modo que la generosidad constituye una estrategia adaptativa que favorece los vínculos sociales y ayuda a lograr objetivos comunes.

Los actos de heroísmo tampoco suelen ser premeditados, ya que muchas veces no se dispone de tiempo para reflexionar.  En general la acción heroica es instintiva y casi siempre a riesgo de la propia vida.

El hombre está perdiendo los instintos; prioriza la capacidad de su intelecto y la traslada a una máquina desprovista de sentimientos.  Se identifica con las máquinas, deja de ser humano y se convierte en un monstruo sin conciencia.

Volvamos a prestar atención a nuestros instintos y llegaremos a ser mejores personas.

Malena Lede - Psicóloga