La Dieta Alimenticia desde la Prehistoria



En un principio los hombres primitivos eran cazadores y recolectores, se alimentaban principalmente de animales que cazaban y de los frutos de los árboles y esta condición permanece aún en sus genes.

Cuando los grupos humanos comenzaron a cultivar cereales y vegetales y a criar animales crearon asentamientos y se hicieron sedentarios; incorporando más hidratos de carbono frutas y vegetales a su dieta y disminuyendo el consumo de animales.

Posteriormente incluyeron los lácteos y sus derivados, más los hidratos de carbono, que comenzaron a tener predominio en su dieta, quedando la carne reservada para ocasiones especiales y celebraciones y reflejándose estos cambios en la salud general de las poblaciones, debido en gran parte a la deficitaria nutrición.

El cultivo y la crianza de animales disminuyó aún más la actividad del hombre, haciéndola más sedentaria.

La Revolución Industrial da origen a una gran cantidad de industrias de la alimentación con comidas envasadas, enfriadas; y el aprovisionamiento de alimentos comienza a facilitarse en los grandes conglomerados urbanos.

Actualmente, aparece el auge de las comidas rápidas que ofrecen apetitosos alimentos ricos en grasa en proporciones gigantescas. Esto, sumado a una actividad laboral que exige estar sentado ocho horas, que hace que disminuyan los requerimientos calóricos para una vida saludable, provoca un incremento desproporcionado en el peso promedio de las personas en el mundo.

El aparente progreso de la humanidad, puede haber significado grandes avances para la ciencia, pero también ha provocado el desarrollo de enfermedades relacionadas con la alimentación.

Es cierto que el hombre actual vive más años que el hombre primitivo, pero tal vez su calidad de vida no sea todo lo que se espera, ya que los cambios en la alimentación siempre han exigido una adaptación a costa de muchas vidas.

Esto no significa que deberemos volver a la alimentación del hombre de las cavernas pero sí que tendremos que comer con más conciencia, ya que disponemos de los conocimientos que hoy en día están ampliamente difundidos, gracias al avance de los medios de comunicación.

La moderación es la más básica de las recomendaciones. Comer de todo pero poco y hacer lo mismo con las bebidas. El hecho de tener un mayor acceso a toda clase de comidas, no tiene que condicionarnos hasta el punto de comer sin discriminar y sin pensar en las consecuencias.

El hombre tiene la capacidad de transformar su ansia de comer exageradamente, en una actividad que lo satisfaga en forma más saludable y más plena, como el deporte o cualquier actividad física practicada con regularidad.

Además puede desarrollar su intelecto o dedicarse al arte en cualquiera de sus expresiones para poder canalizar sus necesidades existenciales y espirituales que nunca podrán satisfacerse sólo con la comida.