Técnicas Subliminales de Ventas




Los Supermercados de las grandes ciudades no escatiman esfuerzos para vender más y no tienen ningún escrúpulo a la hora de manipular las preferencias y debilidades de los consumidores.

Todos sabemos que la publicidad y los anuncios actúan a nivel subliminal por medio de símbolos y que cada una de esas representaciones puede motivar a una persona a adquirir un producto.

En el caso de una mujer este mecanismo puede ejercer influencia sólo por el hecho de tener en su envase la figura de un actor que admira, que asegura usar ese producto, y en el caso de u hombre; la presencia de una linda chica ligera de ropas en el envase que afirma desear una pareja que use tal o cual cosmético de su agrado.

La gente no se puede substraer al hechizo de la propaganda que está diseñada con gran sutileza como para doblegar la voluntad más firme.

Aunque todos nos damos cuenta que todas son argucias publicitarias, sin embargo no podemos evitar probar un producto nuevo cuando aparece con un nuevo envase más atractivo.

Las marcas ejercen una atracción que cuesta mucho dinero conseguir; y aunque resulten más caras, son garantía de calidad y no pueden darse el lujo de disminuirla; antes que eso suben los precios, arriesgándose a que sus fieles clientes transfieran sus preferencias hacia segundas marcas.

El diseño de un supermercado es muy complejo. Todo tiene que estar a nivel de la vista del cliente, que se calcula es a una distancia no mayor de un metro y medio del alcance visual de una persona que se pasea por una góndola.

La disposición de la mercadería guarda una relación de prioridades, lo más necesario lejos y lo prescindible en primer lugar, de manera que la gente tenga la oportunidad de verlo y se entusiasme con toda esa innumerable cantidad de cosas que no necesita, en su trayecto hacia lo que le es imprescindible. Por ejemplo, la leche y el pan que siempre están lejos de manera de favorecer las compras impulsivas.

La mayoría de los supermercados venden sus góndolas a los distribuidores según su ubicación. A cambio reciben de regalo una cantidad estipulada de mercadería que pueden vender más barata. Por eso a veces vemos los mismos productos en distintos lugares según las marcas.

Los Supermercados siempre ofrecen promociones, ofertas y premios que son los incentivos que utilizan para aumentar las ventas de todos los demás productos. A veces resultan engañosas poniendo en letra muy chica las condiciones.

En los grandes supermercados del mundo los depósitos de mercadería se actualizan cada hora y se llegan a realizar hasta cuarenta entregas por día.

En el Reino Unido se fabrican doscientos mil carritos por año; y esta producción es supervisada para asegurar que puedan soportar hasta trescientos cincuenta kilos sin sufrir deterioros.

Alguien se tomó el trabajo de calcular la distancia que recorren los carritos de los supermercados guiados por los clientes por año y llegaron a la impresionante cifra de 933 millones de kilómetros; distancia similar a la que transita la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol.

A muchos, la visita a un Supermercado les resulta placentera; para otros es un verdadero castigo pero lo consideran un mal necesario. De manera que todos tenemos que contar con ellos en algún momento, si disponemos de un vehículo y si deseamos hacer todas nuestras compras en un mismo sitio.