Cultura Japonesa



Japón es una cultura que prioriza el trabajo. Los japoneses llegan a morir extenuados de tanto trabajar y a este tipo de muerte la denominan “karoshi”.

Más de un centenar de personas mueren por año por exceso de trabajo a pesar de los esfuerzos que hace el gobierno para evitarlas.

Las dos causas de muerte por este motivo son el paro cardíaco y el derrame cerebral que se produce debido a estar sometido a largas jornadas laborales sin descanso.

Se comprobó que algunas de las víctimas trabajaban cerca de tres mil horas anuales, completando horarios de trabajo de once y doce horas.

Ya desde fines de la década del sesenta del siglo pasado se registraron casos de muerte por este motivo, siendo el primero un hombre de 29 años que murió extenuado en un sector del diario principal de Tokio. Pero recién a partir de 1987 se comenzó a elaborar a elaborar estadísticas sobre estos sucesos.

El Ministerio de Trabajo ha tomado algunas iniciativas para revertir este flagelo, tratando que se respeten las licencias por maternidad y el uso de la computadora para evitar el traslado cotidiano hacia los lugares de trabajo, pero con escasos resultados.

En 2006, un total de 355 trabajadores se enfermaron por trabajar demasiado, de los cuales 147 fallecieron; y año a año las cifras aumentan respecto al año anterior.

Las investigaciones llegan a la conclusión que este problema se debe al rigor de la cultura japonesa, acentuada después de la segunda guerra mundial con los esfuerzos para reconstruir el país al finalizar la contienda, y que lo transformaron en una de las más fuertes economías del mundo.

Esto demuestra cómo repercutió en la personalidad de los japoneses el esfuerzo realizado, al punto de negar las señales de cansancio cuando trabajan.

Las necesidades básicas humanas, como comer, descansar o ir al baño son consideradas cosas sin importancia que solo hacen perder el tiempo.

Esta forma de pensar produce una deformación de lo que significa el cumplimiento eficaz normal que es llevado al extremo para conseguir mayores réditos.

En Japón adoran las máquinas y están muy avanzados en la tecnología robótica. En un futuro próximo habrá robots para casi todas las tareas rutinarias que no exijan tomar decisiones importantes. De manera que tendrán más tiempo para trabajar más, transformándose ellos también en robots que piensan.