Publicado el 2010/05/11 por Psicóloga Malena Lede
La Felicidad sin condiciones
Dan Millman estudió Humanidades en California y se dedica a escribir lecciones de vida y espiritualidad práctica para el desarrollo del potencial humano. En su libro “El guerrero pacífico” nos cuenta su propia experiencia en su camino espiritual, impulsándonos a atrevernos a desarrollar una nueva conciencia de la realidad a través del amor.
Ser un guerrero pacífico significa darse cuenta que el secreto de la vida es ser felices sin ningún motivo, hoy y el resto de nuestros días, y que no está afuera sino dentro de nosotros.
Su relato es autobiográfico y se basa en la relación que mantiene con su maestro de vida. Su contenido causó tanta impresión que fue adaptado para hacer una película con el mismo nombre y que interpretó Nick Nolte.
Un joven universitario adopta como maestro a Sócrates, un misterioso hombre que lo guiará en su búsqueda interior.
Sócrates lo impulsa a transformarse en un guerrero para tener éxito en su propia vida, porque tendrá que luchar contra el miedo y la inseguridad, que son las actitudes que no permiten el conocimiento de uno mismo.
Deberá ser espontáneo, amar todo y a todos, actuar para avanzar, cuidar el cuerpo, tomar decisiones sin dudar, ser simple y tener valores sencillos y escuchar la voz interior.
El objetivo de las lecciones de vida es alcanzar la felicidad, sin preocuparse ni disgustarse, porque todas son experiencias para aprender, logrando hacer una vida sencilla en un mundo complicado, decidiéndose a ser feliz ahora y siempre, apreciando tanto la vida como la muerte porque ambas pueden ser maravillosas y portadoras de cambios siempre que se escuche la voz de la conciencia, valorando lo que tenemos, dándose cuenta que hay una razón para todo, y que lo más importante es hacer las cosas bien.
Tenemos una falsa percepción del mundo y de nosotros mismos, y esto es lo que nos entorpece la búsqueda de nuestra realización personal.
Tenemos que lograr el dominio de nuestros pensamientos, porque tienen el poder de cristalizarse.
La vida misma es la que nos lleva a encontrarnos con nosotros mismos y hacia nuestra propia realización, y hay que prestar atención, dejar atrás los prejuicios, resentimientos y las culpas y dejar lugar para lo nuevo y el aprendizaje.
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La felicidad la tenemos frente a nuestros hijos pero como siempre creemos que lo que tiene el otro es mejor, luchamos por conseguir ser o tener lo de los demas.
ResponderEliminarSaludos
Sandra