Dormir
bien produce bienestar general, sin embargo, desde hace unos años, la gente
duerme de noche menos horas que antes, pero también tienen más estrés, sobrepeso,
presión arterial y están más predispuestos a sufrir accidentes.
El
promedio de sueño en Argentina es de seis horas por noche, según afirma Daniel
Cardinali, fisiólogo investigador del Conicet y profesor de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Católica
Argentina.
La
mayor cantidad de obligaciones, la vida acelerada, la televisión durante las 24
horas del día y la banda ancha conectada a Internet, extienden el día hasta
altas horas de la noche y cuando nos acostamos estamos tan excitados que no
podemos conciliar el sueño.
La
falta de descanso adecuado produce una mayor proporción de trastornos de
ansiedad y depresión, cuadros de diabetes, envejecimiento prematuro; y la falta de sueño al volante puede ser tan
letal como el alcohol, porque altera en la misma forma la capacidad de atención
y de reacción.
Antiguamente,
los sabios creían que el sueño era la oportunidad para conectarse con los
dioses y con el más allá; y para Sigmund Freud (1856-1939) ; el sueño es la vía regia para
acceder a los contenidos del inconsciente.
Actualmente,
soñar está asociado con el sistema inmunológico, con las glándulas y con la
memoria. Durante el sueño el cerebro
ordena la información, lo que explicaría por qué podemos solucionar problemas
mientras dormimos.
El
sueño incrementa, consolida e integra el aprendizaje en la memoria.
Cuando
dormimos el cerebro continúa procesando los sonidos externos y suele incorporarlos
a los sueños.
La
neuróloga Marcela Cohen de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina explica que
un sueño completo dura entre 90 y 110 minutos y se dan distintas etapas: la etapa 1) es de sueño liviano, luego las
etapas dos a la cuatro en las que aparecen ondas cerebrales lentas y las etapas
tres y cuatro son las de sueño más profundo.
Cuando
soñamos, durante el período REM (movimientos oculares rápidos), la respiración
se acelera se hace irregular y
superficial, los ojos se mueven rápidamente y los músculos se paralizan. Las ondas cerebrales aumentan como en una
persona despierta, también el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Durante
el sueño profundo, en el cual no hay
movimientos oculares ni actividad muscular, es difícil despertar.
En
esta etapa el cerebro y nuestra conciencia parecen descansar, no estar en
ningún lado, derribar las barreras del espacio y del tiempo.
Durante
la etapa de sueño en que soñamos, el tiempo y el espacio son diferentes y las
leyes físicas no son las mismas que durante la vigilia.
Podemos
soñar que volamos o que caminamos sobre el agua, largas historias que en tiempo
real sólo duran unos segundos.
Los
adolescentes son los que más sufren la falta de sueño, porque su reloj
biológico está desfasado y además porque son los que están más expuestos a permanecer
levantados hasta la madrugada.
En
las últimas décadas también se incrementaron los problemas del sueño.
El
trastorno más común es el insomnio, pero también, el apnea obstructiva respiratoria que hace
despertar a la persona, la narcolepsia, que hace que una persona se duerma en
todos lados, y también hablar y caminar dormido.
No
dormir lo suficiente tiene efectos al día siguiente, como somnolencia, cambio
de ánimo, escaso desempeño físico y cognitivo,
y a largo plazo produce disminución de las defensas del organismo.
En
realidad, lo que más cuenta es la calidad del sueño y no la cantidad, porque se
pueden dormir ocho horas y levantarse cansado.
Las
personas con depresión suelen dormir muchas horas, pero dormir mucho no
significa sufrir de depresión.
Lo
que hay que tener en cuenta es que dormir no es perder el tiempo, como muchos
creen porque no les alcanzan las horas del día, sino que es el descanso
reparador que el cuerpo y la mente necesitan para tener una mejor calidad de
vida.
Fuente:
LNR; ¿Qué nos quita el sueño a los argentinos?;
María Gabriela Ensink; 5/2012.
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Hola Malena! Qué tal? Buenas noches! Yo aquí que me cuesta dormirme. Me desperté a las.once y media de la mañana. Ahora es las dos y.veinte de la madrugada. Y me siento raro.
ResponderEliminarRecordé lo que dijiste una vez que era bueno despertarse antes de las diez de la mañana. Siempre lo recuerdo. Pero hoy mi madre no me despertó. Como era sábado. Y no había que ir a ningún lado.
Bueno a esperar el sueño...
Buenas noches saludos
Pablo Manuel
Hola Pablo, Yo leo antes de dormirme, busco algo bien aburrido. Cuando me da sueño, dejo el libro y me quedo quieta, me relajo y sólo pienso en descansar, no en dormir. Así me duermo.
EliminarSi piensas en que quieres dormirte no te duermes. Recuerda que es bueno mantener una rutina de descanso y vigilia saludable, tratando de levantarte y acostarte todos los días a la misma hora . Es la mejor manera de recuperar el ciclo del buen dormir. saludos malena