Uno
de los obstáculos más difíciles de franquear para un adolescente varón, es el
miedo al sexo opuesto.
Para
el varón, enfrentar al otro sexo suele ser una experiencia más penosa que
placentera y más embarazosa que agradable; porque principalmente está en juego
su competencia y su hombría.
La
mujer para el hombre es un enigma, un verdadero misterio que le cuesta develar
y que al principio sólo le produce terror.
Para
una mujer es diferente, porque se trata de dominar el arte de la seducción, que
aprende desde niña imitando a su madre y que en la adolescencia ya maneja a la
perfección; y por otro lado, una mujer no tiene que demostrar nada.
A
veces, algunas mujeres de carácter fuerte, adoptan actitudes masculinas y
avanzan primero, son las que tienen éxito con jóvenes tímidos o retraídos que
les cuesta tomar la iniciativa.
Estas
jóvenes suelen sentirse atraídas por varones poco agresivos, que no se
precipitan, que se toman su tiempo y que generalmente para defenderse de su
timidez o temor, adoptan la estrategia de ser primero amigos de una mujer.
A
veces, los varones enfrentan a las mujeres en grupo, porque solos no se animan,
es la manera más común y menos atemorizante de iniciar el abordaje, con mejores posibilidades de éxito.
Aunque
la libertad sexual parece ser la regla, aún existen muchos tabúes a la hora del
encuentro, y el hombre es el que carga con el mayor monto de expectativas.
Es
común que los varones se inicien sexualmente con otro varón, simplemente porque una persona del mismo sexo resulta más accesible; pero eso no
significa que sea homosexual, solamente suele tratarse de una situación
de presión insostenible que exige una descarga inmediata, con la participación
de otro.
Ahora bien, si
la homosexualidad se convierte en un hábito cotidiano, puede condicionar a un individuo a ese modo de
satisfacción sexual y llevarlo a no intentar el acercamiento a una mujer.
Sin
embargo, para ser homosexual no basta con tener experiencias homosexuales,
también se necesitan otras condiciones, como la predisposición genética o una
identificación negativa, con el
progenitor del sexo opuesto.
Hoy
en día, la homosexualidad es una salida también para todos aquellos que no
quieren enfrentarse por distintas razones con el otro sexo sin sufrir, porque ha disminuido la discriminación y la homosexualidad es más tolerada y aceptada.
El otro sexo es el que nos completa como seres humanos porque es totalmente diferente,
distinto de cuerpo, de mente y de forma de ver la realidad; y lograr
llevarse bien con la pareja heterosexual es haber aprendido a aceptar esas diferencias.
Una
pareja tradicional está en mejores condiciones de desarrollar su parte
del otro sexo que todos llevamos dentro, atrofiado por las hormonas que
prevalecen en el sexo manifiesto.
El
miedo al otro sexo se cura con la práctica, con errores y aciertos, comenzando
con personas con las cuales se pueden sentir más cómodos y menos amenazados y no con quienes se muestran inaccesibles o
difíciles.
Es
imprescindible ser sinceros y no simular ser otro, creyendo que se puede ser más aceptado siendo quien uno no es. Esa es una actitud que no se puede mantener en el tiempo, ya que
a la larga no se puede ocultar el yo verdadero.
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Interesante articulo ,gracias por compartirlo.
ResponderEliminarhttp://www.secretoscachondos.com/
Hola.
ResponderEliminarSoy casto, veinticinco años, primer mujer, y despues de 8 veces que ella dio la iniciativa, incluso en desnudez total, no he mantenido una ereccion ni nada ha sucedido.
Segun mi medico, es algun tipo de presion, miedo, estado animico, etc.
Podrian sujerirme algo? no quiero perderla!
Gracias.
Hola Don Tony Montana,
ResponderEliminarEs probable que tengas una inhibición producida por algún trauma o algún fracaso previo que no recuerdas, que se reaviva y te atemoriza cuando intentas tener una relación sexual. Una psicoterapia breve te puede ayudar y seguramente podrás esclarecer tu problema y revertir esa situación..
Te aclaro que todos los hombres tienen temor a fallar, y efectivamente muchos son los que fallan, pero siguen adelante sin amedrentarse y consiguen lo que se proponen.
A veces, hay mujeres que asustan a los hombres, principalmente las que tienen actitudes dominantes y toman la iniciativa. Pero hay otras que se comportan en forma más femenina y más pasiva, que suelen disfrutar más de las caricias que del acto sexual propiamente dicho, lo cual te permite entrar en situación con toda tranquilidad y sin apremios, y conseguir la erección. saludos malena
No estoy de acuerdo con tu artículo, yo soy mujer y siempre le tuve miedo al sexo opuesto. Creo que tus fuentes, si las tienes, son erradas. No se puede generalizar como tú haces. De dónde sacas que las mujeres aprendemos arte de seducción de nuestras madres? Y que no tenemos nada que hacer y que todo lo hacen ellos? Por favor
ResponderEliminarhola Lau Ra, para hacer una crítica a un profesional tienes que estar muy bien informada y no dar tu opinión personal como si fuera la regla. Mi artículo está fundamentado por teorías acreditadas como la de Sigmund Freud. Por favor, leé más y no te pongas a discutir lo que no sabes. saludos, malena
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