En
poco tiempo, las relaciones de pareja han cambiado en varios sentidos. De ser la base de la institución familiar, han
pasado a ser vínculos sin compromiso que
pueden deshacerse en cualquier momento sin necesidad de explicaciones.
Este
cambio se fue produciendo a partir de la independencia económica de la mujer y
de la posibilidad que ahora tiene de evitar los embarazos.
Cada
vez más son las parejas que para formalizar su relación, esperan tener un hijo; y también crecen las uniones homosexuales.
Decir
que esta situación es mejor o peor para la sociedad es hacer un juicio de valores
que depende de la cosmovisión que tenga cada uno sobre lo que supone que es bueno
o malo. Sólo se pueden evaluar las
ventajas y desventajas de estos cambios tanto para la mujer como para el
hombre, desde un punto de vista estrictamente objetivo.
Los
cambios sociales se producen cuando un sector de la sociedad no puede
desarrollarse libremente y crecer.
Las
mujeres, hasta no hace muchos años, vivían en completo estado de dependencia
con respecto a los hombres al no tener la posibilidad de educarse de la misma
forma ni la oportunidad de participar en la sociedad con su trabajo. Su destino era dedicarse al hogar y criar a
los hijos. Ella era la dueña de casa,
generalmente la administradora del dinero que hubiese y la encargada del manejo
del personal de servicio, si el presupuesto familiar lo permitía.
Sus
otras inquietudes no le permitían franquear las barreras de las paredes de su
casa, de modo que por lo general hacían tareas artesanales, tocaban algún
instrumento o se dedicaban a organizar reuniones sociales y a participar en la
iglesia.
El
hogar era su mundo, mientras el hombre de la casa gozaba de plena libertad para
hacer lo que quisiera cumpliendo con las expectativas de la sociedad.
El
amor conyugal, hasta principios del siglo XX,
no era tema de discusión y menos los problemas sexuales.
A
menos que la vida en común fuera un infierno y pusiera en peligro la vida de la
familia, el divorcio era poco menos que una utopía, teniendo en cuenta que una
mujer no contaba con los recursos necesarios para abandonar su casa sin el
riesgo de caer en la indigencia.
Por
otro lado, tenía que abandonar a sus hijos, ya que no los hubiera podido mantener
y hasta podría hacer peligrar sus vidas.
En
esa época, los matrimonios eran arreglados por las familias, generalmente para
conseguir beneficios financieros, casi
lo mismo que pasaba en la antigüedad, las
tribus establecían alianzas con otras tribus por medio de compromisos
matrimoniales para poder realizar intercambios.
La
presión cultural hacía que en esa época una mujer viera como muy natural y
aceptable su destino como ama de casa y que hasta aceptara como algo normal que
su marido tuviera otra mujer afuera para satisfacer sus apetitos carnales e
incluso tuviera otros hijos “bastardos”, quienes por supuesto, no gozaban de
los mismos privilegios que los legítimos.
La
mujer actual ha logrado ser libre y cambiar su rol, tener libertad sexual y la
posibilidad de educarse y trabajar como el hombre; y este cambio le permite
tomar decisiones y elegir su destino.
Difícilmente
hoy en día, una mujer acepte un rol
pasivo con respecto a su pareja y no tener las mismas libertades que él.
El
hombre, mientras tanto, no puede todavía aceptar el nuevo rol de la mujer y
como aún conserva vestigios de su cerebro primitivo y como continúa inútilmente buscando una pareja que
pueda dominar, puede encontrar esa antigua feminidad en una persona del mismo
sexo.
El hombre
actual ha descubierto que vivir con otro hombre es más cómodo que vivir con una
mujer, simplemente porque los dos piensan como hombres, les gustan las mismas
cosas, tienen los mismos intereses y no se preocupan tanto por el orden la limpieza.
Además, hoy en día hasta pueden casarse y tener hijos, formar una
familia no tradicional y aparentemente ser felices.
Obviamente,
la mujer también se ha dado cuenta que viviendo con otra mujer la vida le
resulta mucho más fácil, puede sentirse más apoyada, tener mayor colaboración
en el hogar, hijos propios y tener sexo más satisfactorio sin tanto conflicto,
ya que la mayoría de los hombres tienen eyaculación precoz y generalmente hacen
sentir culpable a la mujer de ser frígida.
Igualmente,
tanto las parejas tradicionales como las homosexuales, también se separan y
fracasan en su relación, tal vez porque esperan demasiado de ella.
Sin
embargo, la felicidad en común, sea como sea la pareja, aún es posible.
Es
probable que el principal problema sea no saber que toda pareja también tiene
que crecer y cambiar, que no siempre se puede estar en un estado de
enamoramiento y enajenación alienante toda la vida, que todo lo que madura es
aún mejor, más sólido, más sereno, más auténtico; que ambos tienen que crecer individualmente y aceptar que toda relación es un difícil reto y que vale la pena el desafío.
MALENA
MALENA
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Muchas gracias por participar de este espacio!
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Enhorabuena por tu publicación. Has sabido mostrar y argumentar obejtivamente los datos y aún incluir una conclusión esperanzadora. Estoy muy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn gran saludo
cuanta razon! :)
ResponderEliminarGracias por sus comentarios, saludos, male
ResponderEliminarSrta. Malena
ResponderEliminarDesde hace 4 meses estoy saliendo con una chica la verdad ella e s alegre divertida y buena persona y aunque no establecimos una relacion en serio han pasado muchas cosas entre nosotros. si Aun no he decidido establecer una relacion formal es por que tuve un noviazgo de 9 años con mi exenamorada tuvimos problemas fuertes que hicieron que se enfriara la relacion y aun estando lejos de ella la pienso e imagino que esta junto ami y qye volveremos no se que hacer por favor ayudeme por que hacia la chica que salgo ahora no siento nada fuerte solo la aprecio y siento cariño y peor aun me ha llamado dicendome que esta embarazada de mi. ahora no se que hacer que decicion tomar si no siento amor por ella pero por mi ex si por favor ayudeme orienteme a tomar una decision buena por favor. Atte. Danthe
Hola Danthe, has idealizado a tu pareja anterior porque están separados pero te olvidas de los problemas fuertes que tuvieron y que enfriaron la relación. El pasado no vuelve y además, si fuera tu verdadero amor no se hubieran separado.
ResponderEliminarLa relación de ahora no la aprecias, pero te olvidas que la dejaste embarazada, eso es falta de responsabilidad. Otro niño sin padre.
La decisión es tuya yo no puedo decidir por ti. saludos malena
excelente documento me sirvio mucho para mi tarea de etica...thak you
ResponderEliminarLas relaciones humanas que no se basan en la tolerancia, la igualdad, la responsabilidad, los acuerdos, la imaginación y la comprensión de que solo somos humanos y no dioses, están destinadas al fracaso o a vivir en la amargura.
ResponderEliminarLas relaciones humanas que no se basan en la tolerancia, la igualdad, la responsabilidad, los acuerdos, la imaginación y la comprensión de que solo somos humanos y no dioses, están destinadas al fracaso o a vivir en la amargura.
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