Este espacio ha sido creado para que los lectores tengan la oportunidad de escribir su biografía en el segmento que corresponde a los comentarios, en forma clara y tratando de no extenderse demasiado
Escribir la propia biografía tiene un efecto terapéutico, porque la persona puede tomar conciencia de las situaciones que pudieron haberla afectado, perdonar los agravios, ver su historia desde una perspectiva más amplia, comprender más sus acciones, perdonar sus errores y recuperar su autoestima.
Esta técnica es utilizada por algunos psicólogos como un instrumento útil para obtener información y demás datos sobre la personalidad del paciente que pueden resultar significativos, y ayudar en la terapia.
En una autobiografía, un individuo suele expresar espontáneamente las experiencias vividas que para él resultaron más importantes, darse cuenta de las propias contradicciones y de su necesidad de dependencia, y a veces hasta puede mencionar hechos traumáticos no elaborados, por no haber logrado exteriorizar la correspondiente emoción que suscitaron en su momento, dejando una huella emocional que muchas veces puede ser la causa de los bloqueos y trastornos en el presente.
Como ocurre con otros tests proyectivos, como por ejemplo el del dibujo de la figura humana o de la familia, en la autobiografía se proyecta la persona como cree que es, ayudándola a darse cuenta de la distorsión que puede haber entre su percepción y la imagen real de sí misma.
Escribir siempre ha sido la forma en que las personas sensibles han intentado expresar sus propias emociones y sentimientos detrás de la máscara de personajes de ficción, que se desenvuelven en mundos distintos pero que de algún modo están reflejando la problemática del escritor. Esa máscara es la que le permite liberarse de las inhibiciones y atreverse a vivir otras vidas a través de otros cuerpos y realizar todo aquello que puede crear su imaginación trascendiendo las pautas culturales y hasta sus propios valores.
Leer las biografías de otras personas puede cambiarle a un individuo su forma de ver el mundo; porque puede enseñarle que la vida de la mayoría de la gente, está estrictamente relacionada con la manera de tomar decisiones, mostrando un hilo conductor que conduce a cada uno, inevitablemente, a forjar su destino.
La vida de un ser humano depende de su código genético y de las ventajas y limitaciones de su ambiente. Este condicionamiento puede ser aprovechado o no, capitalizando lo que tiene a favor y trascendiendo lo que tiene en contra. Su existencia dependerá de la actitud que decida adoptar y de su forma de ver el mundo.
Leer las biografías de otras personas puede cambiarle a un individuo su forma de ver el mundo; porque puede enseñarle que la vida de la mayoría de la gente, está estrictamente relacionada con la manera de tomar decisiones, mostrando un hilo conductor que conduce a cada uno, inevitablemente, a forjar su destino.
La vida de un ser humano depende de su código genético y de las ventajas y limitaciones de su ambiente. Este condicionamiento puede ser aprovechado o no, capitalizando lo que tiene a favor y trascendiendo lo que tiene en contra. Su existencia dependerá de la actitud que decida adoptar y de su forma de ver el mundo.
Atrévase a escribir su autobiografía en este espacio y conózcase más a usted mismo.
Malena
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Me llamo Amaranta, tengo 19 años, sé que soy muy joven pero durante muchos años viví con una persona muy violenta que me lastimó de mil maneras, me he equivocado muchísimo y sin embargo estoy muy, muy agradecida con todo lo que he vivido porque aprendí mucho y pude conocer personas maravillosas. Sin ninguna duda, lo volvería a vivir todo otra vez porque me encanta la persona que soy ahora y sobre todo me siento muy feliz (:
ResponderEliminar:) ¡Hola a todos/as! Esto me pasó el domingo en mi Barrio...
ResponderEliminarMe pasó una cosa que puede traer malas consecuencias. No es nada muy grave, tranquila. Que me hice enemigos. Unos niños.
Te cuento: fui a comprar a la tienda de los chinitos de mi calle el refresco de media tarde. De tanto comprar a los chinitos me he hecho amigo de ellos/as. Bueno, que tenemos confianza, vamos. Nada, que cojo el refresco de la nevera, (ya se que "coger" en Argentina es otra cosa. Vale). Lo llevo al mostrador. Unos niños de nueve a once años, aproximadamente, ya habían entrado a la tienda también. La niña más grande habla con Hai- Sen y San el chico, la mujer del dueño y su hijo, respectivamente. Habla de una manera un tanto forzadamente alegre bromas en voz alta.
Yo saco el dinero de la cartera y pago al muchacho de tez amarilla. Y mientras dedico una mirada a la niña escandalosa, me despido. Salgo de la tienda, y veo a los demás niños, más pequeños que la niña que habla en voz alta. De unos nueve años, más o menos. Me fijo en los pibitos, que juegan con una caja de donuts vacía dándole con el pie.
¡Un niño tiene una cara de malo! Una sonrisa que no es de amistad.
Camino hacia mi casa. Cruzo la calle por el paso de peatones que respeta la mitad de los conductores nada más. Y saco la llave de la riñonera amarrada a la cintura. Miro la llave que vá a abrir la puerta, la selecciono y la introduzco en la cerradura.
Giro la llave y abro la puerta de par en par.
Me dispongo a entrar dentro, cuando oigo un ruido de carreras. Y unos gritos detrás: "¡Al ladlón, al ladlón!
Miro hacia mi derecha, donde vienen los gritos y los ruidos de pasos corriendo. San el chico y Hai- Sen, mis amigos corren detrás de los niños que corren como venados muy rápidamente.
Siguen su trayectoria y yo siento que debo intervenir. Por mis amigos, y por que es mejor que les pare los pies a los niños.
No lo pensé. Lo decidí con una sensación extraña. Anoche no dormí, y no pienso bien así.
Crucé la calle, fijándome bien si venían coches, con la atención del que tiene que hacer algo aquí y ahora.
Y me puse en el camino de los/as pequeños/as. Me encorvé un poco y extendí los brazos. Mientras sentía una sensación agradable, una energía buena, el niño cayó en mis brazos. Lo agarré bien y crucemos las miradas deprisa que el niño evitó, mirando por donde escapar...
...yo fijo mi atención en el refresco enorme que se hacía más enorme aún en su pequeña mano. Un "Energy Drink", una bebida energética con mucha cafeína.
ResponderEliminar¡Mira, al final libré a los niños de una noche de insomnio! (¡suspiro aliviado!) :-)
(Me siento mal ahora) Yo he corrido delante de Guardas de Seguridad en la salida de los Grandes Almacenes de mi ciudad.
Donde nadie conocido me veía.
Donde solo me conocía yo.
Donde mi mente cambia.
Sé lo que es eso. Hoy estuve en el lado opuesto. Por mis amigos, y por los niños que se meten en líos, ¿verdad?
(¡releo esto último y suspiro!)
Se hacen enemigos por estas cosas. Por hurtar. Incluso los que tú consideras tus amigos/as, no te aprecian. No te aprecias tú, no te aprecia nadie. Solo la familia. Y no toda. ¡Ah! ,y alguna admiradora y amigos también se hacen!
Pero, no los mereces. O eso crees tú. Creía yo.
¡Menos mal que la cosa ha cambiado!
Aunque yo no beba el vaso de amor que me dá la vida, a veces. Prefiera el plato de desperdicios que me tocaba hace veinte años. Que ya no merezco. (¡respiro profundamente!)
¿No merezco?
...bueno, a lo que iba. Después de agarrar al niño que me dio buenas energías, miré al refresco. Mostré un poco la mano con el refresco en alto hacia el cansado chico, que sopesó la situación.
Con la nobleza que tiene una persona que no es rencorosa, aceptó la lata de refresco que, al final, le extendió el niño asustado, supongo.
Yo lo estaría.
Y cualquiera.
Restablecido el daño, la niña que hablaba muy alto, dijo: "Ahora nos tienes que dar el dinero que te dejemos".
No creo que lo haya pagado, y salieran todos corriendo así.
No tendría sentido.
:-)
Por lo que deduzco que no tuvieron dinero suficiente, y se lo llevaron con un descuento no pactado.
Me siento mal, podría hablar de lo que siento, que es (parece que yo ordené que fuera así la cosa. Pero, no, ya no me creo Dios, como hace mucho tiempo, por la soledad, que no por la enfermedad).
Cuando no tienes a nadie, tu mente se inventa que eres alguien para sobrevivir y no matarse en ningún sitio deshabitado de cariño.
También creo que siguieron mi ejemplo. Pero, no, no me conocen.
Ni habían nacido cuando ya yo dejé de robar.
Este pensamiento me llena de una Paz y tranquilidad. Que hace veinte años no tenía. Cuando todavía robaba en los Grandes Almacenes.
Cuando robaba a mí mismo mi tiempo precioso de mi niñez.
(¡exhalo fuertemente!)
¿Por qué lo hacía? Era un escape. Escapar de la vida. De no hacer amigos que siempre me ha costado. De niño, en el colegio. En la calle. En el barrio.
Escapar de lo que hace daño.
Saber que soy "la mierda".
Que soy alguien...despreciable.
Esto último, "despreciable", lo digo como si fuera una defensa, una excusa.
Una excusa...
...no merezc...¡sí merezco! Soy una persona buena, que le estalla la cabeza de pensar en los malos comentarios. Los que querían herir.
ResponderEliminarEl reflejo de la negatividad que salía de mí.
Ahora estoy en una etapa de sanación, fastidiada por mí, a veces. No es fácil la sanación. ¿O sí? ¡Me siento bien ahora!
HOY HICE UNA BUENA ACCIÓN.
He decidido no ser parte del problema, SER PARTE DE LA SOLUCIÓN.
(Entra aire fresco por mi ventana que me hace sentir bien).
¡Yo no le dije a Dios que robara!
Un desvarío, dirán algunos/as, otros sentirán pena. Unos me rechazan, otros no se acercan.
¿O yo no me fijo en ellos/as?
La amistad y el amor es algo necesario. Que puedes estar once años sin él, sin eso.
Y esa es la verdadera locura. Sentirse bien fastidiando a tu amigo. Y sentirse mal fastidiándote a ti mismo.
Tiene bueno, y malo.
Como todo.
...bueno, he hecho una catarsis, creo. Por lo que sé del instituto. Una catarsis es desahogarse, volver a sentirte bien.
¡Y es gracias a ustedes que me escuchan, y..!
Perdona si te he ofendido Malena. Aunque tengo los suficientes conocimientos para saber que eres una persona abierta y tolerante. Y que una persona que ayuda a los demás, quiere su bien.
No quiere que sufra.
Por eso me (¡suspiro!)...me disculparás...
El problema de los niños es que me pueden hacer algo cuando me vean.
Coraje seguro que me han cogido.
Y estudian en el colegio donde estudia mi sobrinita menor, Raquelita. Que ya tiene problemas con los compañeros malos...
"¡El hombre que nos hizo aquello es tío de esta niña!" ¡Ay, mi madre!
Lo puedo remediar.
Hablando con los niños. Diciéndoles que ese es un mal camino.
Que ahora no querrán ir a esa tienda por miedo al enfado del dueño. Que bajarán la cabeza avergonzados. Y se juntarán con gente peor.
Con gente que no los querrán como se merece la buena energía que sentí cuando me puse delante del niño que se llevaba aquello sin pagar.
O por un descuento que no fue negociado.
A lo mejor si lo hubieran hablado, hubiera accedido la mujer.
Porque, ya digo, la nobleza ondea en el alma del que siente amor.
...amor que otros no tienen.
DE UNA EXPERIENCIA SE PUEDE SACAR ALGO BUENO. (Yo no merezco nada).
Pero, me lo he currado, trabajado, ME LO MEREZCO.
:-)
Hola Pablo7, una anécdota interesante que te puede enseñar que en la vida es cuestión de aceptar que tenemos que ir cambiando de roles para poder desplegar nuestro verdadero potencial y nuestro verdadero ser esencial, saludos, male
ResponderEliminar:) ¡Hola, Male! Soy Pablo7, disculpa, ¡el programa esta raro, y no me reconoce! :-)
ResponderEliminarQuiere decir que al ayudar a mis amigos los chinitos y a los niños que estaban equivocados, yo me enriquecí psicológicamente, ¿verdad?
Bueno, eso ya me dí cuenta.
...cambiar de roles es cambiar de papeles, ¿verdad?
Yo creo que si paro a unos niños de robar una cosa en una tienda, me paro a mí de hacer algo malo.
Si luchas contra una injusticia te conviertes en parte de la solución. Si no luchas contra lo malo, te convierte en parte del problema. Eso leí hace unos días.
Imagino que no será tan bruto así, tan blanco o negro. Que, por ejemplo, aunque en el Ártico se maten focas para hacer abrigos, si yo no los compro, no participo de eso, ¿verdad?
Y una cosa.., si yo me subo a un coche de gasolina, ¿soy cómplice del cambio climático?
Si uso mi ordenador con la energía de la estación generadora de electricidad que usa fuel, petróleo, ¿soy cómplice también?
Depende de como piense uno, de su mentalidad, ¿verdad?
Me estoy haciendo malo. Perdona, llevo toda la noche solo despierto. Aquí son casi las 7: 00 de la mañana, y no voy a dormir. Tengo que estar despierto por la mañana para unas gestiones.
bueno...¡gracias por escucharme y atenderme!
:-)
Hola Pablo, hay que apoyar la ecología pero no volverse obsesivo porque los cambios son siempre lentos y uno colabora en la medida de sus posibilidades. Lo importante es que los gobiernos hagan algo al respecto para motivar a la gente. Cada uno individualmente hace lo que puede desde su lugar en el mundo. Veo que sigues acostándote cada vez más tarde. Lo lamento porque esa costumbre no es buena para tu salud, saludos male
ResponderEliminarmi situacion en mi matrimonio ya no se como llevarlo,despues de una infidelidad hace 6 años me entere que me ponia los cuernos con su secre mi marido,lo hablamos y le di otra oportunidad,estoy hablando que eso fue en el 2013,pero el tuvo que cambiar de trabajo y volvi a encontrar mensajes con ella,lo volvimos a hablar y esta vez mas convencida yo aun le di otra oportunidad pensando en que ya no iba a estar en ese trabajo se acababa toda relacion ahi,pero despues de 2 años en este mes encontre de nuevo mensajes que se estan viendo,y la verdad me siento confundida,no se si me aguanto porque lo quiero,porque dependo economicamente de el o porque me da pena dejar a mi pareja y darles una explicacion a mis hijos que mis hijos ya tienen 20,17,15 años y lo podran entender,pero hay algo mas que me detiene tomar una determinacion,me estoy volviendo loca,no se ni quien soy,me siento triste,sola y decepcionada de que volvi a caer en su juego
ResponderEliminarlo de tu marido y su secre ni es una aventura ya es una relacion de anos y seguramente se quieren mucho asi que sigue tu vida por que el tiempo pasa y mas bien tu date una oportunidad con otra persoan que te quiere y te valore de verdad. tus hijos entenderan .
EliminarHola Ciber Misiones Santa Esperanza,
ResponderEliminarAntiguamente era común que los hombres de posición acomodada tuvieran una amante e inclusive hijos con ella.
Era tan común que sus esposas hacían la vista gorda, principalmente para no perder su posición social como señoras de la casa.
Ahora es diferente porque hay menos hipocresía.
En tu caso deberías hablar con él, sin pelear, en un lugar neutral, no en tu casa, decirle que sabes que tiene otra mujer y escuchar qué es lo que te dice.
Piensa que los hombres son como niños,y que seguramente si la otra fuera su mujer también la engañaría.
Lo que buscan los hombres con esas aventuras es salir de la rutina, sentir que todavía pueden conquistar a otra mujer y que aún conservan intacto todo su potencial sexual.
Pero reconozco que no es fácil aceptar la infidelidad porque se pierde definitivamente la confianza, pero cuando hay amor e hijos, se puede.
Si estuviera en tu lugar no perdería el tiempo atrás de él revisándole el celular. Intentaría cambiar, tener vida propia, salir con amigas y amigos, ya que él no está en posición de prohibirte nada. Buscaría un trabajo, haría algún curso, saldría de la casa y me relacionaría con otras personas, para que él no piense que lo único que tienes es a él.
Hay vida más allá del matrimonio y los hijos; hay otras personas, otras cosas y un mundo de conocimiento para sumergirse en él y no pensar en otra cosa. saludos, malena
Miraba un reloj para comprarme en una tienda de electrónica. Comparaba los que habían en unas estanterías con atención. Delante estaba la cajera y su caja registradora. Me preguntó: “¿Le puedo ayudar?”. Yo le respondí: “Estaba mirando…¡gracias!”. Me podía apañar yo solo.
ResponderEliminarSigo mirando. Un chico de mi edad se pone detrás de mí. Yo giro la cabeza por si era conocido. Estaba mirando los relojes apilados en la estantería delante de la cajera. Algo encorvado, alonga el brazo para los pequeños relojes, y rápidamente se mete algo en el bolsillo.
Yo me quedo mirando, extrañado. ¿Será lo que creía? Me quedo así unos segundos. Y el chico me dice: “¿quiere algo?”. Yo repito: “Nada. Estoy mirando…”, con tono alegre quitando la vista del chico cuarentón.
“Será un empleado, o el hijo del jefe”, pensé.
Le digo a la chica que me dé un reloj de mesilla de noche, que me lo elija. Me lo elije. Lo prueba. Y lo compro. Mientras, el chico, con su toalla de playa al hombro, me acecha, como dice la gente mayor en Canarias. Miro para él, nervioso. Yo sigo creyendo que es un empleado.
Hacemos los trámites del pago, que era por tarjeta de débito. Me dá la bolsa, la chica. Me dice: “¡gracias!”, y yo le respondo con un “¡hasta luego!”.
Doy media vuelta para ir a la puerta, y allí en el quicio de esta, está el chico.
Salgo.
Camino unos pasos, y el chico se pone al lado mío: “Oh, ¿qué pasó?”, me dice. “Hola, ¿nos conocemos?”, le digo, poniéndome a la defensiva.
“Tú eres Luis, ¿no?”. “Yo no me llamo Luis”, le dije, con miedo, creo recordar. “Yo vivo en Lomo Blanco”, le dije. Me dijo: “¿Viste lo que hice? Cogí una cosa”, “¿Qué? No ví nada”, le dije, haciéndome el loco. “Nada, que compré una cosa”.
Mentira.
Se fue sin comprar nada.
Yo, quise ser bueno, y me descubrí. Le dije: “Hay que ir de legal por la vida. Se gana más”. No se lo dije directamente, pero le dejé ver que le había visto. “…te metes en problemas”, seguí diciéndole.
El chico se asustó, supongo, me dijo: “Me voy, tengo prisa…”, y se dirigió como a coger la guagua a la parada con alguna gente que había. Aceleró el paso, y se fue corriendo.
“Va a coger la guagua”, pensé.
Voy a un kiosko de revistas y chucherías a mirar revistas. Pienso, “…voy a comprarme algo al supermercado, que es más barato”. Y vuelvo por donde había venido, pues el super estaba al lado del camino del que había venido.
Camino una tandá de pasos, y el chico de antes se pone a mi lado. “Te llevo en coche, si te hace falta”, me dijo. “Yo voy bien en guagua”, le respondo. Siento maltrato en su voz, como que quería obligarme a hacerlo. Me enfilo a la entrada del supermercado, y le digo “¡Adiós!”.
Compro una chocolatina, y mientras hago cola para la pagar en la caja, veo al chico acechando en un portal, enfrente del super. Me puse nervioso. Encima, el cajero medía dos metros diez, por lo menos.
Estaba intimidado.
Menos mal que no me miró la bolsa de la tienda con el reloj, por si había metido algo en esta. Con las prisas de quitarme al pejiguera aquel, no me paré a meter la bolsa en la mochila antes de entrar.
Pago. Salgo.
El chico allí con su toalla al hombro, vestido de blanco con bermudas.
Sentí miedo, es normal.
Fui en dirección a la estación de guaguas comiéndome la chocolatina, un TWIX. Reservaba una chocolatina de las dos para el chico si me hablaba. Miré para atrás, y seguía en el portal.
Me comí la otra chocolatina.
Ya cerca de nuevo del kiosko del parque. Me giro para atrás, y me quedo parado. Busco con la mirada al chico de ojos verdes. Y curiosamente, el chico, a cien metros de distancia, entre la gente que caminaba por la calle peatonal, delante del super que dejé, miraba para mí.
Pensé: “¿Quiero ayudarle?, se lo pregunté a mi corazón. Mi corazón no quería.
Pensando lo chungo que lo iba a pasar el chico, dí media vuelta y caminé en dirección contraria a donde estaba el joven.
Ya en casa, hablando con mi madre y abuela, pensé que el chico quería que no hablara de lo que había visto yo. Probablemente, me hubiera amenazado para que no hablara a los de la tienda.
ResponderEliminarHay cosas que se dá cuenta uno cuando habla con un amigo o amiga. El miedo en la calle no te deja pensar.
...cuando miré a los ojos verdes de grandes pupilas del chico, pensé en basura, papeles y envoltorios tirados en la calle. Me vino esa idea a la cabeza mientras él me miraba en el quicio de la tienda de electrónica y yo salía. No sé si él me veía como un "basura" a mí y yo ví eso en sus ojos. No sé.
ResponderEliminarA mí me decían mucho "basura" cuando hurtaba en los grandes almacenes. Personas con las que hablaba, soltaban eso. Hay personas que te insultan, y se insultan a sí mismo también.
Robar está mal visto cuando no se hace desde un despacho ministerial.
No miran si es por trastorno o qué es... ¡robar! ¡qué feo! Pero los políticos corruptos seguían siendo votados legislatura tras legislatura.
Y mejor así, a lo mejor para que no se metieran conmigo más. Porque si se meten con un gobernante ladrón, ¡..qué le harán a un pobre trastornado como yo!
hasta luego, gracias por leerme,
Pablo
Hola Pablo, me encantó tu actitud en esta experiencia, alejarte lo más posible de un delincuente, una conducta digna de imitar. A esas personas no hay que mirarlas a la cara porque sienten que las estás desafiando y te pueden dar una cuchillada. No te olvides que casi siempre van armados. saludos, malena
ResponderEliminarHola soy lucas tengo 25 años mi vida amorosa a sido siempre un problema porque siempre que e estado de novio quiero estar con otras chicas perro cuando termino mi relacion quiero volver con mi pareja y si mi pareja vuelve al poco tiempo me siento de la misma manera (querer estar con otras chicas) En todas mis relaciones me a pasado lo mismo
ResponderEliminarHola Lucas, Tienes que madurar y crecer también en el amor, siempre te van a gustar otras chicas, como también a las chicas que están con alguien les pueden gustar otros hombres, pero somos humanos y vivimos en una sociedad, tenemos que ser fiel a nuestros valores y ser capaces de comprometernos con alguna persona para siempre.
ResponderEliminarTambién puedes elegir tener parejas ocasionales toda la vida, pero entonces no te comprometas con nadie.
Elige, no se pueden tener dos cosas al mismo tiempo, una novia, pasar a otra que también te gusta y luego volver a la primera, etc. etc. etc..
Mejor no tengas ninguna novia porque todavía no estás maduro. saludos, malena
Es difícil empezar, bueno en lo que respecta a mi infancia con mis padres fue buena, aunque igual puedo decir que, por un lado tuve un padre autoritario y una madre exigente y poco afectuosa, lo que a su vez hizo que tomara la decisión de casarme muy joven. Aún así, no reniego de mis padres. Creo que igual me criaron con los recursos que ellos manejaban. Tengo mi profesión que ejercí por unos diez años, la que decidí dejar para criar a mi hijo. Esta decisión la tomé junto a mi esposo, además que iba a trabajar junto a él en su empresa. Esto duró un tiempo, luego él me fue poco a poco desplazando. Pues en un momento la empresa se benefició de mis conocimientos y pudimos surgir mucho. Pero él creyó que ya no era necesaria mi presencia. Y no sé cómo dejé que pasara. Ahora soy completamente dependiente de él. He intentado trabajar, pero él le baja el perfil, haciéndome sentir que son trabajos casi sin mayor importancia.
ResponderEliminarPor otro lado, tengo el problema de que no me llevo bien con su familia. Él sabe que no soy la responsable de los problemas, pero insiste en que yo debo torcer el brazo y olvidar el daño. Lo peor es que ya son 25 años que llevo pasando por alto, malos modos, ofensas y mentiras de su familia. Ya no quiero más, me siento cansada.
Quiero vivir en paz, disfrutar de mi hijo, mi familia, mis amigos, pero sin culpa de que por otro lado tenga que olvidarme de personas desagradables.
Espero que con el tiempo mi esposo lo entienda y se ponga alguna vez en mis zapatos. A él lo amo mucho, es una buena persona y puedo entender que él quiera reconciliarme con su familia, pero yo ya no quiero.
Gracias por el espacio, cariños.
Hola soy deni y estoy muy cansada y me gustaría preguntar alguien puede decirme como puedo hacer que mi pareja me escuche y me entienda sin atacarme,José pero desde que empezamos todos los que me en criticado y en hablado mal de mi el nunca me a defendido al contrario a tenido sus dudas,y últimamente si digo algo hacia otras personas sea malas o critiqueo aunque no sea importante en su vida o al menos eso dice el,aunque se enfade muchísimo con migo siempre defiende mucho a los otros y terminamos fatal, yo me siento fatal porque si el no conoce a esas personas tan bien porque no se calla y no me hace sentir mal nosé que pensar.
ResponderEliminarHola Deni, no necesitas que tu novio de defienda de las ofensas, tu eres la que tiene que defenderse si hablan mal de ti o te critican. Por otro lado, no critiques tampoco tu a otros ni hables mal de nadie con tu novio que seguramente no le interesan los chismes.
ResponderEliminarTienes que tener otros temas de conversación más interesantes que la vida de los demás. Piensa que todos, como tu, hacen lo que pueden, y que no hay que juzgar a nadie porque cada uno es libre de hacer lo que le gusta, y que si te tocara vivir sus mismas circunstancias es muy probable que hicieras lo mismo. saludos, malena
Me llamo Inma, tengo 49 años. Estoy casada, tengo dos hijas de 25 y 21 años. Estoy en un momento vital difícil para mi, me encuentro muy cansada, extenuada de los avatares de la vida, de las pérdidas, de las enfermedades... Llevo años duros. Durante décadas me he dedicado a mi trabajo y mi familia, soportando un matrimonio desgraciado, que no he logrado reflotar. He criado a mis hijas y he cuidado de mi madre. Mis hijas crecieron y mi madre murió. Mi trabajo es mi vía de escape. En mi casa he perdido la fuerza completamente. Mi vida es extremadamente solitaria, situación que se agrava aún más por razón de la pandemia. La relación con mi marido se cae a pedazos y ya no tengo fuerzas para nada. Saludos Malena, me encanta leerte.
ResponderEliminarHola Imma, cuando creemos que no damos más siempre podemos un poco más. Creo que esta vida es una prueba para aprender, no puede ser otra cosa, porque todos tienen que llevar alguna cruz, propia o ajena. No es fácil vivir pero hay formas para lograr una vida llevadera. Dices que te gusta tu trabajo y que es tu vía de escape, eso es mucho, siempre hay que aferrarse a las cosas que nos dan satisfacciones y tratar de minimizar las relaciones difíciles. Tal vez no sea tan tarde como para intentar una mejor relación con tu pareja. Dicen que con amor se puede domar a las fieras... Habría que probar y ver qué pasa. No renuncies a nada sin haberlo intentado. Saludos y ánimo que hay cosas mucho peores. Saludos y gracias por enviar tu comentario. Malena
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