Me Enamoré de mi mejor amigo



Esto les suele ocurrir tanto a las mujeres como a los hombres; tienen un amigo entrañable que conocen desde la niñez y luego, cuando crecen, creen que se han enamorado de él.

A veces, este amor es correspondido pero otras no, por eso hay que saber discriminar bien los sentimientos para que no entorpezcan la vida emocional y oportunidad de nuevas relaciones.

A un amigo íntimo se lo puede querer como a un hermano o hermana, con la ventaja de que se ha podido elegir como amigo por tener muchas características comunes, pero no siempre suele atraer sexualmente, como ocurre con alguien de la familia.

Es probable que en esos casos actúe el mismo mecanismo de inhibición cultural que existe entre hermanos y hacia los padres, que hace que jamás se pueda imaginar la posibilidad de relacionarse sexualmente con ellos en forma consciente.

Seguramente este mecanismo influye en ambos, por eso es difícil que una relación de amistad íntima de larga data, progrese y se transforme en algo más.

De manera que si de pronto se sienten atraídos hacia un amigo, tienen que tener bien presente esta situación, porque seguramente esperarán en vano que él o ella sientan lo mismo.

La relación de amistad entre un hombre y una mujer no es imposible, pero es difícil y en algún momento pueden surgir momentos de confusión e interpretarse de otra forma.

No veo la razón de continuar para siempre una relación de amigos como una obligación, porque la vida tiende a separarlos cuando cada uno forma su hogar, y dicha continuidad depende en gran parte de cómo se lleven con las respectivas parejas que cada uno ha formado.

No siempre los amigos personales de cada integrante de una pareja tienen que gustarle a su compañero, por eso es difícil continuar antiguas relaciones de amistad si no existe afinidad entre ambos.

Esto no quiere decir que se tenga que renunciar a las amistades que se tienen desde la infancia, pero será necesario tener en cuenta que esa amistad puede no ser compartida con nuestra pareja, principalmente si se trata de alguien de distinto sexo, porque siempre se prestará a suspicacias.

Cuando se ama a alguien con la suficiente madurez, la inteligencia nos indica que cuando se está en pareja, es mejor evitar tener conductas que podrían habilitar al otro a hacer lo mismo, por lo tanto hay que tener sentido de las prioridades en los sentimientos y pensar más en quien se ama como pareja que en quien queremos como amigos.

Los amigos también hacen sus propias vidas y la interferencia no esperada de antiguas relaciones, aunque sea inocente, puede provocarles, involuntariamente, conflictos con sus parejas.

En las relaciones sociales hay que aprender a tener “tacto”, o sea, ser ubicado y tener sentido de la discreción, evitando herir a los que amamos gratuitamente, por pretender que entiendan lo que no es fácil entender, como la relación de amistad entre un hombre y una mujer.

Malena