Ser quienes somos



Ser especial es el anhelo de todos, cualidad esencial que se encuentra oculta en lo más profundo de sí mismo.

Ser especial no significa tener el mejor auto o la mejor casa o sentirse mejores que los demás, porque esa competencia es fuente de infelicidad, vacío interior, desasosiego, envidia y da lugar a relaciones superficiales.

Ser especial es un potencial que tiene cada ser humano, porque somos seres únicos e irrepetibles que están en este mundo cada uno con un propósito distinto.

Lo extraordinario de ser especial es que cada persona tiene una cualidad diferente, un rasgo, un don o característica que ningún otro ha tenido ni tendrá jamás y que la vida es la oportunidad de recorrer el camino hacia ese conocimiento, sin embargo, la mayoría nunca llega a saber qué es lo que la distingue del resto, porque todo el esfuerzo humano está dirigido a parecerse a los demás.

No obstante, no importa la edad que tengamos, siempre estamos a tiempo para descubrir nuestra verdadera grandeza.

En primer lugar tenemos que tener conciencia que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos y que la personalidad que hemos desarrollado es la que nos mantiene aferrados al ego y la que puede destruirnos, pero lo verdadero es que somos especiales y que tenemos la capacidad para serlo, con disciplina y esfuerzo.

Curiosamente, las personas que han atravesado experiencias muy difíciles son las que se atreven a arriesgarse más, seguramente porque se enfrentaron a la adversidad con valor y aceptaron sus circunstancias con dignidad.

En mi experiencia clínica pude comprobar que la muerte de un hijo puede ser el detonante que termine con un matrimonio mal avenido que se mantenía a duras penas por temor a la soledad, a los problemas económicos o al cambio. Porque es cuando ya nada importa cuando se toman las decisiones más difíciles y por primera vez podemos ser verdaderamente libres después de haber permanecido esclavos de situaciones insostenibles por miedo a la pérdida.

Todos podemos ser héroes de nuestro propio mundo, destacarnos siendo quien somos y haciendo lo que hacemos mejor que cualquier otro; para llegar a lograr la paz interior que proporciona el saber que la vida tiene un significado y un propósito. Sin embargo, permanecemos aferrados a roles impuestos que solamente nos hacen infelices por miedo al cambio.

La gente se esfuerza diariamente en mejorar el aspecto de su cuerpo y en parecer más joven, pero no se preocupa en la misma medida del cuidado de su espíritu; y a veces necesita estar al borde del abismo para atreverse a cambiar la dirección de su vida, para responder a su necesidad interior de Ser quien es.

Una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido, una catástrofe natural, la quiebra de un negocio o quedar cesante en el trabajo, es lo que muchas veces necesita la mayoría para dar el primer paso como ser auténtico.

Estamos aquí para ser quienes somos y hacer lo que tenemos que hacer sin imitar modelos ni fijarnos en los demás sino tratando de escuchar nuestra voz interior.

Malena

Fuente: “Guía de Viaje al Cielo”; Anthony DeStefano, Grijalbo.