Ser
tímido es una condición que limita la vida social, las relaciones y las
oportunidades laborales.
Sin
embargo, no todos los tímidos fracasan, porque a la vez es una característica
de la personal apreciada y valorizada por la confianza que suele general, a
diferencia de los extravertidos que no tienen inhibiciones pero pueden ser
también más impulsivos, imprudentes y atrevidos y en algunos casos no tener
ningún reparo en aprovecharse de los demás.
Los
tímidos prefieren quedarse en casa para no tener que enfrentar el trato con personas
que no conocen, pero si no lo pueden evitar y tienen que asistir a una fiesta, tratan de pasar desapercibidos, porque frente
a algún encuentro sorpresivo, se ponen colorados, tartamudean, no saben qué
decir y en lugar de disfrutar de una oportuna compañía, la ahuyentan y
permanecen el resto de la velada reprochándose a sí mismos su inevitable
actitud.
Este
modo de comportamiento no hace felices a estas personas que para defenderse suelen
encerrarse en sí mismas y reducirse al aislamiento.
La
neurociencia ha investigado esta característica de la personalidad ya que la
causa de esta forma de ser puede estar en el cerebro.
Un
estudio realizado en la Universidad de Sacramento que fue publicado en la revista
Personality and individual Differences, en 2010, muestra que el encéfalo de las
personas tímidas presenta una intensa actividad: de hecho, el cerebro tímido
presenta una actividad global superior a la media y ninguna zona con menor
actividad. Por esta razón, los tímidos
responden con mayor intensidad a las emociones.
La
timidez también puede ser un rasgo heredado, factor comprobado en gemelos
idénticos que padecen el mismo trastorno y causado por un entorno familiar de
muy bajo perfil cuyo comportamiento tiende a ser excesivamente prudente y poco
comprometido.
Cómo
saber si uno pertenece a la categoría de personas con comportamiento social
tímido, es sencillo.
Si
observa los siguientes comportamientos que figuran a continuación y éstos
condicen con su habitual forma de actuar, tendrá una base bastante sólida para
reconocer su timidez y tal vez decidirse a buscar ayuda para cambiar.
1 - Se siente incómodo frente a personas que no
conoce.
2 - Está
convencido de no ser una persona sociable.
3 - Nunca
pide información a extraños aunque se encuentre desorientado
4 - No
le gustan las fiestas ni las situaciones nuevas
5 -
Permanece callado y no participa cuando está en un grupo
6 - No
puede ser espontáneo y tiene que ensayar lo que va a decir
7 - Se
inhibe frente a figuras de autoridad
8 -
Duda sobre su competencia
9 - No
puede hablar mirando a su interlocutor a los ojos
10
- Su timidez aumenta cuando tiene que
enfrentar al sexo opuesto
La
timidez es una condición que a pesar de formar parte del temperamento básico de
un individuo se puede modificar, principalmente eligiendo trabajos que exijan
la atención al público, como por ejemplo tareas de ventas o gestión de trámites, desempeñándose
como maestro o profesor o dedicándose a la actuación.
El
trabajo es la mejor manera de perderle el miedo a la gente y es el
entrenamiento más accesible, más prolongado en el tiempo y más barato para
perder la timidez y ganar más confianza en sí mismo.
Malena
Fuente:
“Mente y Cerebro”; No.50/2011; “Timidez y cerebro hiperactivo”; Sébastien
Bohler.
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