La Vocación, volver a las raíces


"El germen de todo plan y de toda empresa es una idea, no capital ni trabajo, sino una idea". Henry Ford.

La revolución industrial arrasó con el trabajo artesanal con materiales nobles y dio paso a la producción en serie de toda clase de muebles modernos y productos de plástico o de maderas de menor calidad o  aglomerada, más al alcance de la mayoría.

Sin embargo, el oficio artesanal no dejó de existir y todavía sobrevive en las hábiles manos de jóvenes artesanos que pretenden volver a las raíces.

Santiago del Campo descubrió que su verdadera vocación era diseñar y fabricar sillas, con técnicas y maderas de antes, pero adecuadas para hoy.

Aprendió el oficio de su padre, el conocido anticuario Gabriel del Campo y se convirtió en un experto en calidades, estilos y técnica.

Silvina Lippai también siguió los pasos de su padre, que tenía una casa de antigüedades.  Estudió diseño de interiores y posteriormente se estableció por su cuenta.

Su tarea es visitar los mismos lugares del país que frecuentaba con su padre y volver a conectarse con los mismos carpinteros y mujeres tejedoras del interior, comenzando con ellos una nueva relación de trabajo.

Ella les llevaba los diseños y ellos hacían su trabajo; y esos productos fueron llenando su local.

Cecilia Nigro es licenciada en relaciones públicas y tiene una consultora de comunicación con su socia Mariana Rapoport; pero tiene además otra arraigada vocación que es la alfarería.

También recibió la influencia, en este caso de su abuela paterna, María Isabel, que era modista de alta costura y que también moldeaba cerámica.

Comenzó a tomar clases y ahora fabrica piezas únicas y las comercializa en distintos locales de decoración.

Pablo Mendivil y Fernando Bach tuvieron la oportunidad de conectarse con tejedores de Tafí del Valle, que vendían su producción artesanal solamente en la temporada estival.

Fueron los primeros artesanos que conocieron y a quienes les compraron sus productos para ofrecerlos en una feria que se realizaría en Buenos Aires.

Posteriormente recorrieron el norte argentino en busca de los mejores tejedores y artesanos y profundizaron más en el tema.

Su primer showroom se especializó en alfombras y textiles tejidos en telar en lana de oveja hilada a mano y teñida artesanalmente y en otros productos hechos a mano hechos de cerámica, papel, vidrio o madera.

El año pasado abrieron un Estudio de Diseño de Alfombras a medida,  con diseños y colores exclusivos que les proponen los mismos clientes y que se elaboran en Salta, Santiago del Estero o Catamarca.

Estos jóvenes emprendedores les dan trabajo a más de 120 artesanos de once provincias argentinas, siguiendo las reglas del comercio justo y sustentable.

Ana Fuchs, premiada artista plástica, tiene un taller de estampado de telas con creaciones propias muy personales que figuran en colecciones públicas y privadas tanto en este país como en el extranjero.

Adriana Torres creó “Miga de pan” con su colección de pufs y muñecos tejidos al crochet.  Su trabajo creativo causó tanto impacto que alcanzó proyecciones internacionales.

La creatividad de estos jóvenes que decidieron creer en ellos mismos, tuvo un merecido éxito además de proporcionarles razón y sentido a sus existencias.

Malena
Fuente: “LNR”; Mayo/2013, “El Oficio de mi vida”; Maggie Llorente.