Cuento para pensar - Psicología Malena Lede - El Cosmos y Yo


La posibilidad de los viajes en el tiempo es una hipótesis científica que surge a partir de la teoría de la relatividad de Einstein.

Si el tiempo y el espacio son uno y la misma cosa, estamos capturados en un intervalo espacio tiempo existente entre otros infinitos espacios tiempos.

Significa que desde el punto de vista teórico, sería posible trasladarse de una dimensión temporal a otra.

Si esto es posible, la presunta visita de extraterrestres podría ser el viaje a través del tiempo de nuestros descendientes que vienen del futuro.

Aún hoy en día existe la incógnita sobre cómo es posible que el universo aún no haya colapsado si es que es solamente la fuerza gravitacional la que lo sostiene.

Debe existir otra fuerza que aún no conocemos ni podemos detectar, que  es la que lo mantiene en equilibrio.

La eventual existencia de cierta materia oscura que aún no se ha podido detectar y la existencia de los agujeros negros, donde la gravedad es tan grande que ni la luz puede escapar, pueden ser las fuerzas gravitatorias que se supone mantienen al universo en equilibrio.

Es probable que los agujeros negros puedan ser la entrada a múltiples universos, inaccesible para la materia tal como la conocemos.

Los astrofísicos creen que es posible que en pocos años la ciencia podría  ser capaz de transformar la materia de tal manera que pueda permitir el acceso a otros universos; los cuales podrían ser copias exactas del nuestro y donde estaríamos nosotros mismos viviendo cada una de las infinitas posibilidades que tiene la existencia.

Todo esto pensaba Vivian Taylor, mientras se miraba al espejo.  Había dedicado su vida a los misterios del universo y había tenido que dejar de lado muchas otras cosas importantes para hacerlo.

Pensó en ese momento que los otros mundos podrían ser como ese espejo pero no planos sino curvos, como se supone son los universos, casi como pompas de jabón que fluyen en todas direcciones en una danza cósmica eterna.

Se vio a sí misma viviendo otras circunstancias y cumpliendo otros destinos, y se dio cuenta que posiblemente en todos ellos también habría tenido que sacrificar algo para lograr cumplirlo.

¿Cuál destino podría haber sido mejor que el que ella había elegido?  Creyó que ninguno, incluso tampoco el que estaba viviendo, porque en todos habría tenido que vivir tanto alegrías como tristezas, éxitos como fracasos, errores como aciertos.

Porque la vida es eso, un juego de opuestos, porque sin los opuestos no habría cambios, vencería la entropía, la oscuridad, la muerte y el silencio.

Malena