El ego es lo opuesto al verdadero Ser, una máscara
falsa que aprendemos durante el proceso de socialización para actuar en la
sociedad en que vivimos y representar, como en el teatro, nuestro papel,
dándole importancia a lo intrascendente y accesorio e ignorando lo verdadero.
El ego no permite acceso a la conciencia porque es la
única manera que tiene de sobrevivir.
Solamente liberándonos del ego podremos ser
verdaderamente conscientes y llegar a ser y a saber quiénes somos.
La forma de liberarse del ego es estando dispuesto a
ver la luz, indagando y buscando; y cuando se encuentra hay que elegir entre el
ego y la verdadera identidad, porque los dos nunca pueden existir juntos.
El verdadero ser no sufre, es puro éxtasis.
Sin embargo, no se puede hacer desaparecer un ego
débil, primero tiene que alcanzar la madurez, por eso es tan difícil
desprenderse de él, porque son pocos los que pueden llegar a madurar y porque
solamente se puede perder lo que uno ya tiene.
Solamente estando dispuesto a abandonarlo todo es
como surge la sabiduría del sabio.
La hipocresía es esconder el ego y ser humilde sólo
superficialmente; eso es lo que ocurre cuando una persona quiere despojarse de un
ego que aún está inmaduro. Cuando el ego está maduro uno se da cuenta de su
falsedad porque será muy difícil mantenerlo y la vida se convertirá en un
infierno.
El sufrimiento ayuda a destruir el ego, lo que llega
a ser tan doloroso que no permite seguir adelante con ello
El ego se necesita para sobrevivir y forma parte del
proceso del desarrollo natural.
Sin embargo, esto no significa que tengamos que
mantenerlo para siempre. Hay que esperar
a que llegue su climax, su punto culminante, cuando nos damos cuenta que sólo
somos uno más y no el centro y que formamos parte de una totalidad.
Es como despertar de un sueño porque el Ego es el
mayor de los sueños, un sueño necesario pero imposible.
El ego es como la cáscara del huevo que nos protege,
pero llega el momento en que hay que romperla y salir del cascarón; y eso es lo
que producirá una transformación y nos cambiará por completo.
La meditación sin esperar nada es la que produce el
cambio.
Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Biblioteca Osho”; “El libro del Ego”.
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