(Foto de Malena)
Un tema que
preocupa a la Iglesia Católica desde hace tiempo relacionado con la escasez de
vocaciones sacerdotales, la falta de curas en algunas zonas del mundo, como la
Amazonia y algunos escándalos difíciles de ocultar a la prensa, ha obligado a
la cúpula del Vaticano a discutir este problema y evaluar la posibilidad de
permitir la ordenación a hombres casados virtuosos, residentes en lugares apartados del mundo,
donde hay pocos curas.
En la actualidad ya
existen en Europa algunos grupos de hombres que sin autorización de la Iglesia
han creado comunidades eclesiásticas clandestinas donde la Misa es oficiada por
curas casados o por sacerdotes que abandonaron el sacerdocio para casarse.
El Sumo Pontífice se
ha mostrado solidario con estos sacerdotes que debieron renunciar a su
ministerio y estaría dispuesto a debatir en un sínodo de obispos este urticante
tema, para poder satisfacer las necesidades pastorales en los lugares del mundo
donde los curas son escasos.
Se sabe que en
Italia, por ejemplo, existen alrededor de cinco mil curas que renunciaron al
sacerdocio para casarse, de los cuales, una gran parte estaría dispuesta a
cubrir las necesidades de la Iglesia en el Amazonas.
Esta posibilidad
representa un cambio importante que flexibilizaría la opinión de los fieles y
la de la Iglesia sobre la eventualidad de contar con sacerdotes casados y también
célibes.
También se están
estudiando otras propuestas inéditas para paliar la falta de sacerdotes en esas
regiones; como por ejemplo la creación de ministerios oficiales para mujeres,
dado que aun contando con sacerdotes casados no bastaría para solucionar este
problema en esas partes del mundo.
Las mujeres no
necesariamente se ordenarían sacerdotes pero podrían administrar algunos
sacramentos como el Bautismo y hacer posible el acceso a la Eucaristía en los
lugares donde hay un solo cura para atender las necesidades pastorales de diez
mil individuos.
En estos momentos
hay cada vez más Obispos que apoyan la apertura de la Iglesia para aceptar el
sacerdocio de hombres casados, por ausencia de vocaciones; y están convencidos
que muchos de esos hombres aceptarían esa responsabilidad si fueran convocados
por la Iglesia.
Cabe destacar, que a la luz de la ciencia, las
desviaciones sexuales que se producen y que se han producido en el ambiente
eclesiástico, se deben en gran parte a la falta de canalización adecuada de las
necesidades de la naturaleza humana que se niegan y se reprimen.
Además, es
innegable que un hombre con una familia pueda entender mejor los problemas de
la gente y ayudar a resolverlos.
Fuente: Documental
de “Discovery Italia”
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