La palabra asertivo
según el diccionario significa afirmativo y en lo que se refiere a las
relaciones sociales tiene que ver con la capacidad de las personas de
comportarse de la manera más adecuada con el objetivo de conseguir una
respuesta positiva según sus deseos.
Esta es una de las
condiciones esenciales y necesarias para tratar con las personas, poder
expresar con claridad nuestras necesidades, venciendo el temor, la falta de
iniciativa, la tendencia a la agresividad y hasta la timidez.
La asertividad nos
permite mantener la objetividad que se necesita para tomar distancia de los
problemas y encontrar las soluciones positivas sin alterar el estado de ánimo.
No siempre es
necesario ser el centro de la atención y monopolizar la participación en un
grupo.
Muchas veces es mucho mejor callar que hablar y una persona asertiva lo
sabe, de modo que sólo interviene cuando lo considera estrictamente necesario y
permanece callada cuando se da cuenta que su intervención no es útil.
Estar callado
asertivamente significa haber elegido no hablar y mantener el silencio
necesario hasta que se presente la ocasión oportuna para hacerlo. Mientras
tanto hay que estar muy atento y saber escuchar.
En todo grupo, para
que la relación entre los miembros sea más fácil es importante lograr
sintonizar, o sea no desentonar, ya que esa actitud puede perjudicar
notablemente el logro de los objetivos.
Se trata de
controlarse al hablar, ser capaz de sonreír, mostrarse amigable y optimista, vestirse como los demás sin alardear ni llamar
la atención y sin mostrar signos de aburrimiento, como bostezar o mirar el
reloj.
En un grupo,
algunas personas se comportan siempre en forma agresiva, otros se pueden
mostrar indiferentes y pasivos y solamente unos pocos suelen ser asertivos, o
sea que pueden controlar sus emociones y mantener un buen vínculo con todos sin
alterarse en lo más mínimo, lo cual es la mejor manera de lograr cualquier
objetivo.
Es bueno ser
específico y no irse por las ramas, tratar de ser honesto y brindar aportes que
beneficien a la mayoría, incluso a uno mismo.
En cuanto a lograr
los propios objetivos es imprescindible aprender a negociar, o sea que para
obtener algo siempre es necesario ofrecer otro tanto a cambio que beneficie a
los demás.
La honestidad es
una cualidad que la mayoría de las personas suele apreciar y que favorece una
respuesta más flexible y armoniosa; y el respeto, es la base que se necesita
para mantener la sintonía; aunque es el respeto a nosotros mismos el que está
en primer lugar; creyendo en lo que pensamos y estando satisfechos de ser como
somos.
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