QUIEN ES EL DIABLO - Psicología Malenalede

 

Todos nos preguntamos alguna vez si existe o no existe el demonio, cómo es, cómo se manifiesta en nuestra realidad y si puede o no hacernos daño. 

Casi todas las religiones y las experiencias mundanas nos revelan la existencia del mal.  Pueden ser espíritus, ángeles caídos, o sea rebeldes, que hicieron rancho aparte porque no estaban conformes en el Paraíso y se pusieron a trabajar por su cuenta con sus propias leyes. 

Los primeros cristianos de Grecia imaginaban al diablo con forma humana, joven,  que podía ser tanto hombre como mujer,  de aspecto bellísimo, con la cualidad de desparramar encanto por doquier y siempre dispuesto a brindar ayuda a todos los que se la pedían. 

Era el que le recordaba a la humanidad todas las tentaciones y el que siempre trataba de mostrar su poder, principalmente con los débiles. 

Demonio o “daimon” significa “poderoso” o “genio”; según aparece en una de las traducciones de la Biblia y así se señala en el Deuteronomio.  

Otras de las definiciones lo describen como “la bestia”, como se puede ver en el Levítico, con forma de cabra, lo que dio lugar a antiguas leyendas donde el diablo tiene las características de un depravado sexual. 

Pero el significado del Diablo es mucho más amplio. Por ejemplo en la Biblia a Satanás se lo menciona con muchos nombres que representan de alguna forma sus cualidades. 

Es el maligno, el enemigo, el seductor, el padre de la mentira, el despreciable, el calumniador, el acusador, la serpiente, el ángel del abismo, el príncipe de este mundo, el tentador, etc. 

Según la mitología,  Dios habría creado a los ángeles y entre ellos a Lucifer, que era el más brillante.  Luego Dios creó al hombre. 

Lucifer sintió celos del hombre y lo odió desde el primer momento.  Enfrentó a Dios y algunos ángeles decidieron seguirlo.  Más o menos como hacemos los mortales cuando aparece algún líder, sea quien sea. 

Lucifer cometió el peor de los pecados, el de la soberbia, porque creyó que podía ser como Dios. 

El Arcángel Miguel preparó al ejército de Dios y se enfrentó con Lucifer en una batalla y lo venció.  Tanto él como sus seguidores fueron expulsados del Paraíso y enviados a la tierra y a partir de ese momento se llamaría Satanás. Todos los que lo acompañan y ayudan serían los ángeles caídos que todavía circulan por el mundo haciendo el mal. 

En el extenso poema “El Paraíso Perdido”, John Milton describe al diablo como un espléndido hombre de aspecto melancólico y Dante Alighieri, en “La Divina Comedia” el diablo aparece también como alguien bellísimo pero con tres caras y de color cambiante. 

En el Apocalipsis se lo menciona como una serpiente o como un dragón con siete cabezas.  Estas imágenes simbólicas expresan un espíritu que puede adoptar cualquier forma. 

Santo Tomás decía que el Maligno no tenía forma porque era todo espíritu, y San Agustín le agregaba la cualidad de meterse en el cuerpo de los humanos y pasar a ser como uno de ellos. 

Por mi parte creo que todos podemos ser algo demoníacos en este mundo cuando se presenta la circunstancia y algo dioses cuando trascendemos nuestras limitaciones humanas para hacer el bien. 

Santo Tomás de Aquino refiere que Dios permite el mal en este mundo para que surja de él un bien mayor, algo así como que de muchos males termina surgiendo un bien superior. Dios tiene el poder de borrar el mal del mundo pero si lo hace el hombre perdería su libertad.  Él prefiere que elijamos nosotros el buen camino. 

Sin embargo, la existencia del mal en esta vida, sigue siendo un gran misterio y una gran incógnita que por ahora está más allá de la comprensión humana. 

Pero el hombre tiene un recurso invalorable para mantener alejado al Demonio y a todos los males de este mundo que es la fe. 

La fe puede mover montañas, y es lo que ha inspirado a los seres humanos a creer en Alguien Superior con el poder ilimitado de ayudarnos cuando somos capaces de despojarnos de nuestra soberbia, renunciar al libre albedrío y acudir a Él.

Sin embargo no puedo dejar de preguntarme por qué las personas buenas tienen que sufrir en este mundo tantos acontecimientos malos, igual que cualquier otro que ha hecho muchas maldades, que ha sido cruel, sanguinario o ladrón,

¿Pero quién está libre de pecado en este mundo?  ¿Existe alguien realmente bueno, que nunca haya pecado?

No, no existe, porque todos somos ángeles y demonios tratando de luchar contra nuestros impulsos y muchas veces, dejándonos vencer por ellos.

Malena Lede