OTRO TANGO PARA RECORDAR - Psicología Malena Lede


   Otro tango famoso, con letra de Enrique Santos Discépolo y música de Mariano Mores, digno de ser recordado es UNO.

   Es cierto que los tangos suelen ser quejas sobre esta vida llena de contrariedades, duelos, injusticias y  traiciones, y que se empecinan en enfatizar el lado oscuro de la vida, convirtiéndose en verdaderos lamentos que todos sabemos no cambian nada, pero también es cierto que los poemas más trágicos de la literatura son los que han logrado vencer al tiempo.

 Es como si tuviéramos más lucidez para describir lo malo que lo bueno de esta vida, que la desdicha, el desamor, los conflictos humanos incrementaran más la creatividad y la imaginación que la felicidad, la alegría y el amor sincero.

  Debe ser por eso que siempre son más los que se quejan y lloran que los que se alegran y disfrutan de lo bueno de la vida; tal vez, es que todavía tienen un niño herido adentro del corazón que no ha podido aceptar el milagro de haber nacido

UNO

Uno busca lleno de esperanza el camino que los sueños prometieron a sus ansias,  

sabe que la lucha es cruel y es mucha pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina,

uno va arrastrándose entre espinas y en su afán de dar su amor

sufre y se destroza hasta entender, que uno se ha quedao sin corazón.

Precio de castigo que uno entrega por un beso que no llega a un amor que lo engañó,

vacío ya de amar y de llorar, tanta traición.

Si yo tuviera el corazón, el corazón que di, si yo pudiera como ayer, querer sin presentir.

Es posible que a tus ojos que me gritan tu cariño los cerrara con mil besos,

sin pensar que eran como esos,  otros ojos los perversos los que hundieron mi vivir.

Si yo tuviera el corazón, el mismo que perdí,

si olvidara a la que ayer lo destrozó y pudiera amarte,

me abrazaría a tu ilusión, para llorar tu amor.

Pero Dios te trajo a mi destino sin pensar que ya es muy tarde y no sabré como quererte,

Déjame que llore como aquel que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.

Pura como sos habrías salvado mi esperanza con tu amor,

uno está tan solo en su dolor, uno está tan ciego en su pensar.

Pero un frío cruel que es peor que el odio, punto muerto de las almas

tumba horrenda de mi amor, maldijo para siempre y me robó, toda ilusión.