La Kabalah significa Tradición y es un conjunto de conocimientos místicos esotéricos adquiridos y heredados, de un Maestro a su discípulo.
Se relaciona con la Alquimia y con lo mágico dado que no se puede expresar con palabras y el fin último es la unión con Dios o con la Sabiduría Universal, donde se encuentran las respuestas a los grandes interrogantes existenciales.
Los polos en que se fundamente la enseñanza son el corazón y la conciencia, la fe y la razón, el saber y el poder: y se trata de encontrar la felicidad dentro de uno mismo, llegar a saber cuál es el propósito de la vida, o sea encontrarse a sí mismo.
Desde esta perspectiva filosófica, los caminos que conducen a Dios son infinitos y lo infinito está dentro de nosotros mismos.
Dios es invisible, está más allá del tiempo y del espacio, no tiene nombre y es para todos. Es eterno, o sea que Es, Fue y Será.
El mundo está muy adelantado en algunos aspectos pero muy atrasado en cuestiones del alma, que es la verdadera llave para el conocimiento y la real felicidad espiritual.
La esencia del hombre, supera el tiempo, el espacio y la muerte, es invisible, no tiene fin ni principio, es eterna.
El místico tiene la facultad de asombrarse de las cosas, de ver la armonía y comprender la verdad dentro de la evolución y el cambio. La misión del ser humano es encontrar a Dios, encontrar la Verdad y encontrarse a sí mismo, trascender el mundo del cambio y de la polaridad e ir hacia la verdad y la unidad.
Antes de la creación material, todas las almas estaban unidas en una gran alma y la creación consistió en desparramar y desintegrar el núcleo primigenio, creando los diferentes individuos.
Este acto creativo tiene por finalidad retornar a la unidad original, pero a través de la voluntad y evolución de los diferentes yo o almas. El que hace el bien al prójimo de alguna manera estará gozando de esa bondad.
El alma de la creación es el encuentro místico del hombre con la inteligencia divina, un encuentro con Dios y con uno mismo al mismo tiempo.
Desde este punto de vista, las almas vuelven a reencarnar y existe una memoria espiritual; esta memoria mística refleja aquello que realmente fue importante para nosotros en las vidas pasadas, lo que amamos, nuestros ideales más profundos, nuestras grandes frustraciones, los sentimientos y muchas cosas más que quedan grabadas en esa memoria etérea que se aloja en el alma.
Al reencarnar el alma busca la continuidad, que llamamos destino y que impulsa desde el interior de nuestro ser, un destino que impulsa pero que no obliga; como si la vida fuera una oportunidad para aprender hasta alcanzar la verdadera sabiduría.
El sentido profundo de la reencarnación y el destino, según la Kabalah, es reestructurar, o sea volver el alma y las cosas a su estructura original en Dios y esto es armonía y unidad.
La verdadera moral está unida a la sabiduría que significa saber las leyes esenciales de la existencia, del cosmos y de la realidad.
La ley es la moral, la moral es el amor y el amor conduce a Dios.
Fuente: "La Kabalah" Historia de una Iniciación, Diálogos entre un Maestro y su discípulo. - Ione Szalay - Editorial Kier
Malena Lede
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